La aplicación del salario mínimo interprofesional de 900 euros está obligando a las empresas y a los sindicatos a revisar los convenios en vigor para adaptar las tablas salariales al decreto que ha establecido la retribución anual en 12.600 euros brutos. La subida que entró en vigor en el mes de enero ha hecho encallar la negociación en la hostelería, un sector en el que la patronal trata de compensar el incremento salarial con la eliminación de complementos que los trabajadores venían percibiendo hasta ahora, lo que ha dado lugar a la ruptura de las negociaciones por parte de un colectivo que lleva diez años sin revisar el convenio. En el campo, Proexport ha propuesto a CC OO y UGT un acuerdo para la recolección del tomate que critican los sindicatos minoritarios USO y Redes, porque contempla una ampliación de la jornada anual que consideran una artimaña para cuadrar los 12.600 euros anuales.

La subida también deberá trasladarse a otros convenios con salarios inferiores a los 900 euros mensuales, como el agrícola, forestal y pecuario, el de manipulado y aderezo de aceitunas o el de panadería, según apuntó el secretario general de CC OO, Santiago Navarro. En el caso del convenio de comercio, que también está bloqueado, la mayoría de las categorías laborales superan los 900 euros, pero todavía tiene algunas que no llegan al salario mínimo. En este caso, la negociación está bloqueada por la quiebra de la patronal Fecom, que se declaró en concurso de acreedores al no poder hacer frente a la devolución de ayudas para cursos de formación que le reclama la Administración.

Hostelería incluye a algunos de los colectivos más numerosos, como los camareros, que tienen un salario de 848 euros, y las camareras de piso, que llegan a cobrar unos dos euros por cada habitación que limpian. El sector emplea a unas 30.000 personas.

En el convenio de los cosecheros de tomate, la propuesta presentada por Proexport eleva la jornada anual de 1.818 a 1.826, con una subida para el peón de los 6,74 euros por hora actuales a 6,90. Este acuerdo para la recolección del tomate que ha propuesto Proexport se aplica a unos 20.000 trabajadores de unas 110 empresas.

El secretario general del sindicato Redes, Jesús Cámara, asegura que la propuesta de Proexport supone «una pérdida de tres céntimos por hora» para los jornaleros, al tiempo que se amplía la jornada para alcanzar los 12.600 euros anuales. Cámara apunta que en el manipulado de frutas y hortalizas, por ejemplo, ha subido la retribución por hora a 6,94 euros, a pesar de mantener el cómputo anual de 1.816 horas.

También el secretario general de USO, José Sáez, critica la disposición de UGT y CC OO a firmar el acuerdo.

El director general de Proexport, Fernando Gómez, rechaza las críticas de estas organizaciones y recuerda que «no están representadas en las mesas de negociación». Gómez da por cerrado el acuerdo con UGT y CC OO, aunque la secretaria general de UGT-FICA, Izaskun Martínez, precisa que la propuesta presentada por la asociación de exportadores el pasado 24 de enero «no está firmada».

El director general de Proexport defiende que las empresas productoras de tomate son especialmente «sensibles» a la subida del 22,3% aprobada por el Gobierno, por lo que tratan de negociar una revisión de las tablas salariales que la haga menos gravosa. Destacó que la propuesta también aumenta el sueldo en categorías con salarios algo mayores, como los especialistas en riego por goteo, a los que se les sube la hora trabajada a 7 euros.

También el secretario general de CC OO considera que el incremento propuesto por Proexport «no supone una pérdida económica» para los trabajadores. «Lo que sí les afecta es que van a ganar más por cada hora que trabajan», dijo Santiago Navarro.