La Asamblea Feminista de la Región de Murcia secundará la huelga de 24 horas convocada para el próximo día 8 de marzo en toda España. Con esta movilización, que coincidirá con el Día Internacional de las Mujer, pretenden denunciar «la desigualdad que soporta la mitad de la población en todos los ámbitos de la vida». Esta es la segunda convocatoria de paro de las mujeres que realiza esta organización, tras la movilización del año pasado, que alcanzó una respuesta inesperada en las grandes ciudades de todo el mundo. «La huelga del 8 de marzo culminará en grandes manifestaciones en Murcia, Cartagena y Lorca», según anunciaba la organización convocante.

La Asamblea Feminista, formada por más de una veintena de asociaciones, partidos de izquierdas y sindicatos, se suma «al movimiento social liderado por mujeres, que hará visible en más de 80 países como una gran ola feminista que pretende alcanzar hasta el último rincón del planeta, porque si algo es común a todas es la discriminación de la que somos objeto».

Anuncia que «la huelga de 24 horas comenzará a primera hora con piquetes informativos en empresas y comercios». La protesta se articulará este año en torno a cuatro ejes: los cuidados, el consumo, el ámbito laboral y el estudiantil. «Las mujeres también alzarán la voz para expresar un contundente rechazo hacia la lacra más despreciable que sufren, como es la violencia machista, que sólo el año pasado dejó en nuestro país casi 90 víctimas mortales y nada menos que 976 desde la fecha que comenzaron a contabilizarse, en enero de 2003.

La Asamblea Feminista critica «la escasa voluntad del Gobierno regional para incidir de manera efectiva en la erradicación de toda manifestación discriminatoria. Una clara expresión de su actitud indolente es el escaso desarrollo del Pacto contra la Violencia de Género, de tal modo que la Región lidera el vergonzoso ranking como la segunda comunidad con mayor ratio de mujeres maltratadas».

Reclama a la Administración medidas para evitar que las mujeres sigan asumiendo el cuidado los mayores y dependientes, al no existir servicios públicos que desempeñen esta labor.