La «necesidad de satisfacer la fe» con que se sentía llamado por Dios es el punto de partida de la vocación misionera del Padre José Rubio Aguerri (Sádaba, Zaragoza, 1941), quien a los 24 años de edad ingresó en el Noviciado de los Misioneros Combonianos. Después de una estancia de cinco años en Barcelona (1969-1974), fue destinado a la República Democrática del Congo, donde trabajó hasta 2013 en la pastoral misionera en las misiones de Tadu, Kinshasa, Isiro y Dungu. En la actualidad, coopera con la ONGD Manos Unidas ofreciendo su testimonio misionero en las Campañas contra el Hambre.

¿De dónde nace su vocación misionera? ¿Por qué ha elegido esta forma de vida?

Atribuyo a Dios y mi fé en Él las ganas que, desde joven, sentí de ayudar a los más pobres. También atribuyo a Él el superar todas las dificultades que se oponían a hacerme misionero. Debo decir que no es un gusto lo que me ha atraído a esta vida sino más bien una necesidad de satisfacer la fe con que me sentía llamado por Dios. Aunque, a decir la verdad, he gozado mucho con el bien que me ha tocado hacer en estos 38 años de vida misionera en el Congo.

Ha pasado 38 años de su intensa vida en el Congo. ¿Cuáles son los proyectos más importantes en los que ha participado? ¿Y cuál le ha marcado más?

Podría reducirlos a uno: el desarrollo integral de la persona. Es decir, buscar la manera de dignificar al hombre con la Palabra de Dios y el ejemplo de mi vida suplantando los miedos ancestrales de su cultura por la Fe en Jesucristo. Y esto estimando los valores de su cultura, valorando sus capacidades y ayudándoles a «aprender a pescar más que asistirle con unos peces».

Ingresó en el Noviciado de los Misioneros Combonianos cuando solo tenía veinticuatro años de edad. ¿Qué características definen a este colectivo?

A los veinticuatro años me decidí a encaminarme hacia la Misión. Encontré los Misioneros Combonianos, que me atrajeron por su entrega a los más pobres y necesitados de Africa por su carisma de «salvar Africa por medio de Africa».

¿En qué consiste la labor que desempeña en la actualidad en Manos Unidas?

En la actualidad, mi cooperación con Manos Unidas es ofrecer mi testimonio misionero en las Campañas contra el Hambre. Mi trabajo misionero se ha visto beneficiado, muchas veces, por sus ayudas económicas para construir escuelas, dispensarios, pozos, puentes y carreteras. Se dice que es de bien nacido el ser agradecido.

¿Y qué destacaría de la labor que desempeña esta ONG?

Quien conoce esta ONGD de Manos Unidas queda prendado. El hecho de que hace 60 años un grupo de mujeres de Acción Catolica creyera y se lanzara a erradicar el hambre en el mundo, con los medios de su voluntariado, una administración trasparente con sólo el 7% de los ingresos para protocolo y administración y con 72 Delegaciones en toda España. Igualmente, Manos Unidas cree en un mundo donde los derechos de la mujer, su formación, sus capacidades y su independencia sean una realidad en países donde, por desgracia, siguen siendo excluidas.

¿Qué cualidades es necesario tener para ser misionero?

Para terminar, por si alguien está interesado, debo decir que para ser misionero o cooperador voluntario de Manos Unidas no hace falta tener grandes cualidades ni muchos estudios. Lo que cuenta es darse a los más pobres con generosidad y humildad. Lo demás es asunto de Dios.