¿Sigue habiendo turones en la cuenca del Segura? Y las comadrejas, ¿en qué parte viven? ¿Habita todavía en la demarcación hidrográfica el topillo de cabrera? ¿Y el topo? ¿Dónde? Estas son algunas de las preguntas que el proyecto Encebra trata de responder mientras estudia la presencia de los mamíferos en la cuenca del Segura en particular y en el sureste en general. El resultado se plasmará en la publicación de un atlas, cuyo resultado único es la conservación de estos animales.

Un grupo de sesenta naturalistas e investigadores de diferentes asociaciones ecologistas, de la UMU, la UPCT, la Universidad Miguel Hernández y el Cebas-Csic ha unido sus conocimientos y pasión por la naturaleza para, de forma altruista, llevar a cabo este trabajo, en principio centrado en la demarcación hidrográfica. Y lo han denominado Proyecto Encebra como guiño a un antiguo équido salvaje que vivía en las llanuras ibéricas y que debió extinguirse hacia el siglo XVI.

«Hoy día se desconoce mucho sobre la distribución de los mamíferos, especialmente si nos referimos a los de hábitos nocturnos como los carnívoros o los murciélagos», explica Chema Catarineu, de la organización Anse, y uno de investigadores.

Catarineu añade que la atención prestada a este grupo de animales en el sureste ha sido muy escasa y localizada y «hasta la fecha no existe ninguna fuente de consulta disponible con información actualizada y rigurosa sobre la distribución de las diferentes especies en esta zona, existiendo además grandes lagunas de conocimiento para determinados grupos de mamíferos».

Hace una salvedad: el 'Atlas de los Mamíferos de Yecla', recientemente publicado.

Poco se sabe sobre la distribución de lobos, linces, nutrias y zorros, pese a ser animales muy mediáticos, insiste el naturalista.

Los promotores del proyecto se han dado entre dos y tres años para concluirlo, dedicando unos dos años a los muestreos y otro más para los diferentes trabajos de redacción del atlas.

Para la elaboración de la publicación se ha comenzado a recopilar toda la información disponible sobre mamíferos que hay en diferentes publicaciones, de informes científicos y técnicos no publicados, archivos, páginas web y de los cuadernos de campo de los participantes en el proyecto.

«Estos datos nos van a servir de base para identificar tanto las comarcas como las especies menos conocidas y priorizar el estudio de campo para completar estas lagunas», explica, y añade que «si sabemos cómo está la situación podremos trabajar mejor en la conservación de las especies».

Fototrampas

FototrampasLa metodología que se ha seleccionado para inventariar el grupo de los mamíferos incluye diferentes técnicas ampliamente utilizadas en otras regiones, como el fototrampeo, el rastreo de huellas y señales, la detección de murciélagos por ultrasonidos o el estudio de egagrópilas (bolas formadas por restos de alimentos no digeridos que regurgitan algunas aves carnívoras) de rapaces nocturnas.

Se prevé que los muestreos para el Proyecto Encebra den comienzo esta primavera.

«Las fototrampas ayudan mucho en este tipo de investigaciones, porque son cámaras instaladas en el campo con sensores que captan y graban cualquier animal que pasa», apunta Catarineu.

Algunos de los investigadores pertenecen a las asociaciones naturalistas Anida, Anse ASE, Caralluma, Caramucel, Conocer Moratalla, EeA, Meles, Naturactúa, SEBI, Stipa. Y ninguno de los sesenta va a recibir ningún aporte económico que no sea el propio. «Hemos pedido ayuda a las distintas administraciones, pero sin éxito», comenta el portavoz del grupo, y añade que han calculado que 3.000 euros servirían para la fase de la investigación, con lo que cubrirían gastos básicos como la gasolina.

Han decidido poner en marcha un 'crowdfunding' que les ayude económicamente.

Sí esperan la colaboración de las distintas administraciones regionales en cuanto a que les faciliten la información que les soliciten sobre los distintos trabajos de campo que tengan. Por ejemplo, los datos del Centro de Recuperación de Fauna Silveste de El Valle.