El patio está revuelto. La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, la más grande que depende del Trasvase Tajo-Segura, ha incrementado en cinco céntimos el precio del metro cúbico de agua que sirve a sus comuneros, pasando de 30 céntimos el metro cúbico a 35.

Dos son las causas que han provocado este incremento del coste: el 'tasazo' (que grava en la tarifa del agua del Trasvase una cantidad fija se envíen o no recursos) y el precio del agua desalada, que, a falta de que el Gobierno aplique el Decreto de Sequía, se está cobrando ya a 0,62 céntimos de euros por metro cúbico. Hasta ahora se pagaba a 0,30.

«Los ánimos están muy calientes», explica Vicente Carrión, representante de Coag en el Campo de Cartagena y uno de los 25 síndicos o representantes de otros tantos sectores regables de esta comunidad de regantes. Los agricultores mantuvieron el miércoles una reunión en la que el presidente de esa comunidad de regantes, Manuel Martínez, les informó de la situación.

Los productores, pequeños, medianos y grandes, siguen sin comprender cómo el Gobierno central le está dando tantas largas a la resolución de ambos asuntos, que, en el primero de los casos, incluso está recurrido ante los tribunales de Justicia.

«Y la promesa que nos hizo Hugo Morán, el secretario de Estado de Medio Ambiente, de que iba a buscar una solución al incremento del precio del agua desalada, no se materializa, y ya ha pasado tiempo para ello», añade Carrión. «No hacen más que marear la perdiz y nos ponen a los pies de los caballos».

Corresponde al Ministerio para la Transición Ecológica encontrar la fórmula adecuada para que se cumpla el decreto de Sequía en cuanto a la rebaja del precio del agua desalada a la mitad: un decreto que está en vigor desde 2015 y que ha tenido sucesivas prórrogas a causa de la situación de la cuenca del Segura. La última se aprobó el 1 de octubre de 2018 con una duración de un año, salvo que cambien las condiciones hidrológicas de la cuenca.

«Y la Comunidad de Regantes ha fijado este precio, teniendo en cuenta el mejor escenario posible hasta mayo, y es que en los trasvases de febrero, marzo y abril, se envíen 38 hectómetros cúbicos de agua cada mes», apunta Carrión. De esta cantidad, entre 7,5 y 9 hectómetros cubicos de agua se destinarían a la Mancomunidad de Canales del Taibilla para consumo humano, y el resto se repartiría entre las comunidades de regantes del Trasvase.

Eso significa que en los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, habrá almacenados el día 1 de cada uno de esos tres meses más de 597, 591 y 586 hectómetros cúbicos, con lo que se mantendría en el nivel 2 y se produciría un envío automático a la cuenca del Segura de 38 hm3 cada mes, según las reglas de explotación del acueducto.

Fuentes del Ministerio indicaron ayer que se sigue trabajando en las distintas opciones para poder reducir las tarifas, y que a medida que se incorporen las energías renovables en los procesos de producción de las desaladoras «los precios serán más asequibles».

Torrevieja. ¿Será en San Valentín cuando produzca más?

Denuncia enmascarada de ironía. El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor, se preguntó ayer si el Ministerio de Teresa Ribera va empezar a duplicar la capacidad de desalación de la planta de Torrevieja, pendiente desde hace tiempo, «para San Valentín», ya que «no se ha cumplido la promesa que su secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, hizo en Murcia de que sería para Papá Noel o los Reyes Magos».

El incremento de la producción en Torrevieja, de 40 a 80 hm3 de agua al año, «va a ser inminente», responden desde el Ministerio. Y remiten a las palabras de Morán de ayer en el Congreso, donde indicó que el Consejo de Administración de Acuamed, propietaria de la planta, estaba «a punto» de cerrar el contrato con Red Eléctrica, el último paso.