La búsqueda de la igualdad de género es una de las grandes apuestas de la Universidad de Murcia. La Unidad para la Igualdad, que dirige Carmen Sánchez Trigueros, lucha para que la comunidad universitaria, y la sociedad murciana en general, convivan en un ambiente igualitario y de no discriminación por razón de sexo.

Entre los Importantes 2018 se encuentra la primera decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia (UMU). ¿Qué supone para la directora de la Unidad para la Igualdad el logro de Carmen Robles?

No hay muchas mujeres actualmente dirigiendo los centros de la Universidad de Murcia, tan solo cuatro. Carmen Robles es una mujer sumamente competente, dedicada con pasión, entrega y compromiso a la universidad. Su triunfo en las elecciones no creo que tenga tanto que ver con su condición de mujer como con los rasgos anteriormente apuntados. Estoy muy contenta de que, después de 50 años de historia de la Facultad de Medicina, haya una mujer al frente del Decanato y que esa mujer sea Carmen Robles.

¿Son necesarias más mujeres en puestos de responsabilidad en la Región?

Tanto las normas promocionales como las declaraciones institucionales de organismos internacionales y la mayoría de personalidades públicas vienen insistiendo en la necesidad de que así sea. No debe tratarse tanto de una imposición como de una normalización, de un signo de que estamos en una sociedad que se proclama y quiere ser igualitaria. La composición equilibrada es ya una realidad en diversos órganos colegiados de tipo administrativo o político, pero es cierto que en algunos sectores todavía debe producirse esa transición. Lo bueno es que siempre que se ha avanzado por ese camino el resultado acaba siendo favorable. No hay más que recordar lo sucedido en ámbitos deportivos, políticos, sindicales, artísticos, jurídicos, financieros...

¿Hace la UMU todo cuanto está en su mano a favor de la igualdad de género?

La UMU es un ente vivo, integrado por miles de personas que desarrollan tareas diversas; seguro que, como cualquier organización de este tipo, tenemos margen de mejora. Por eso, debemos trabajar sin descanso para que la igualdad, la no discriminación y la lucha contra la violencia de género sean una realidad en la UMU. Desde luego ese es nuestro propósito. Independientemente de las acciones o medidas que hemos sacado adelante en materia de igualdad, y otras muchas que están en preparación, en la Unidad para la Igualdad atendemos a todos cuantos se dirigen a nosotras para resolver sus problemas o situaciones de desigualdad.

¿Se dan situaciones de acoso sexual en la comunidad universitaria? ¿Qué protocolos hay establecidos?

Como gran organización que es, la Universidad de Murcia no está libre del riesgo de acoso. Desde el pasado abril, la UMU cuenta con un protocolo para la prevención, detección y actuación frente al acoso sexual, por razón de sexo, por orientación sexual e identidad y/o expresión de género. En estos momentos, la Unidad para la Igualdad está trabajando en una campaña para difundirlo. Por otro lado, por primera vez en la UMU se va a impartir formación obligatoria para el PAS en estos temas. En cuanto al PDI y el alumnado, los cursos de formación serán voluntarios pero tengo que decir que existe un gran interés por esta actividad.

También se está gestando un protocolo de actuación, de modo que sepamos cómo proceder en el caso de que algún miembro de la comunidad universitaria acudiese en solicitud de ayuda por haber sufrido algún tipo de agresión sexual en las instalaciones universitarias. Por último, no quiero dejar de mencionar la instalación de Puntos Violeta en todas las fiestas de la UMU, una acción pionera, llevada a cabo por alumnado voluntario de nuestra propia universidad que ha recibido formación al respecto para hacer frente a cualquier situación de acoso sexual que pueda producirse durante la celebración de las fiestas universitarias. La instalación de estos Puntos Violeta ha tenido mucho éxito y han sido recibidos por el estudiantado con gran satisfacción. También destaca la creación de una nueva línea de voluntariado contra la violencia de género en la que estamos trabajando y que espero que sea una realidad en muy poco tiempo.

Dirige la Unidad para la Igualdad de la UMU. ¿Qué retos asumió al llegar al cargo?

Muchos; en estos meses hemos hecho muchísimas cosas. En ese sentido, asumimos la iniciativa de poner en marcha el Reglamento de Procedimiento de cambio de nombre propio de uso común, a efectos internos, de las personas transexuales, transgénero e intersexuales que estudian o prestan servicios en la UMU, algo que ya es una realidad. Estamos muy contentos con esta iniciativa que ha colmado las aspiraciones legítimas de muchas personas y sus familias.

Hemos trabajado codo con codo con la Secretaría General para sacar adelante en las mejores condiciones la exención de precios públicos por servicios académicos universitarios a las víctimas de violencia de género o personas dependientes de ellas y hemos puesto en marcha la instalación de puntos violetas en las todas las fiestas universitarias. Además, hemos impulsado la Unidad de Género (integrada en el Servicio de Psicología Aplicada), un servicio ya existente en la UMU y que no estaba suficientemente visibilizado.

Hemos convocado diversos premios en materia de género, como el de tuits o el de Trabajos Fin de Grado (TFG) y Fin de Máster (TFM), así como un concurso de tesis doctorales, que será publicado en los próximos días. Por otra parte, estamos diseñando una línea de voluntariado en este ámbito.

En 2018 conmemoramos el 25N de manera importante. Además de organizar una interesantísima actividad con todos los agentes que intervienen en materia de violencia de género, organizamos un acto muy especial en el que los diversos colectivos de la UMU leímos un manifiesto contra la violencia de género. Ese mismo día, el claustro de la Facultad de Derecho y el edificio del Rectorado se iluminaron de color violeta para simbolizar la lucha y el compromiso de la UMU contra la violencia de género. También se realizó un mural gigante contra la violencia de género en el cual participó un importante número de miembros de la comunidad universitaria en el Centro Social Universitario.

Con la llegada de José Luján al Rectorado desapareció el vicerrectorado de Igualdad. ¿Cómo beneficia esta medida a la apuesta por la igualdad de la UMU?

Que no haya un vicerrectorado especializado y que sea el propio Rector quien asume las competencias en materia de igualdad es una muestra de la importancia que para este Equipo de Gobierno tiene la igualdad: se trata de un valor transversal, que no concierne a un vicerrectorado en particular sino a todos. La igualdad aparece como uno de los valores de esta institución. Por otro lado, como se suele decir que el movimiento se demuestra andando, el presupuesto de la Unidad para la Igualdad se ha cuadruplicado en relación con el que había cuando este equipo llegó al Rectorado. No obstante, ha sido la voluntad de todos los miembros del equipo contribuir con los escasos medios de que disponían a que durante esos meses de 2018 (de mayo a diciembre) se llevaran a cabo las propuestas que pusimos sobre la mesa.

¿Cómo ve el futuro próximo de la Región? ¿Estamos en el buen camino hacia la igualdad de género?

Si la UMU es un ente complejo y heterogéneo, la sociedad de nuestra Región mucho más. Por tanto, veo una Comunidad Autónoma preocupada por el valor de no discriminación, de igualdad y de erradicación de la violencia. Para ello es fundamental el sistema educativo, comenzando por la familia, siguiendo por las etapas obligatorias y culminando en la Universidad. La UMU no solo es fiel reflejo de la sociedad, como muchas veces se afirma, sino que también es protagonista activa de la misma; su influencia posee enorme valor y aumentar la igualdad en ella tiene un efecto expansivo evidente.