­El mundo continúa avanzando a una velocidad de vértigo y lo hace al mismo tiempo que demanda la adaptación de las empresas a las nuevas tecnologías, que cada vez están más presentes en los distintos ámbitos de la sociedad.

Hablamos de una cada vez más necesaria transformación digital que cada compañía tiene que llevar a cabo para adaptarse con celeridad a los importantes cambios que se están sucediendo en los últimos tiempos.

La nueva realidad empresarial se caracteriza, entre otras cosas, por la nueva forma en la que los consumidores adquieren los diferentes productos pero también por la manera en la que cada negocio plantea sus estrategias, estudiando al detalle los comportamientos de los clientes para adaptarse a sus necesidades en cada momento.

La transformación digital en las empresas, por lo tanto, se afianza como una tendencia al alza y así lo reflejan los datos que indican que cada vez son más los negocios que apuestan por el uso continuado de las nuevas tecnologías para ganar en eficiencia y practicidad. A esta 'cuarta revolución industrial' de nuestro presente siglo se le denomina 'Industria 4.0'.

Adoptar la digitalización supone introducir nuevas tecnologías en las fábricas, reduciendo los costes de fabricación entre un 10% y un 20% y ello abrirá un nuevo paradigma de fabricación avanzada y sostenible, marcada por la hibridación tecnológica.

Desde los distintos centros tecnológicos aseguran que la digitalización ofrece a la industria «la oportunidad de optimizar los recursos y procesos para que la toma de decisiones en relación a los productos y servicios ofrecidos esté alineada con las necesidades reales del mercado».

La actual ministra de Industria, Reyes Maroto, también ha subrayado en más de una ocasión la «necesidad» de que la industria española adapte sus procesos y productos a la nueva realidad marcada por la irrupción de las nuevas tecnologías, porque las empresas que no lo hagan, «podrían quedar abocadas a la desaparición».

Ante la transformación de la estructura socioeconómica que está teniendo lugar hoy en día, aquellas empresas que no adapten sus procesos y productos a esta nueva realidad, podrían quedar abocadas a la desaparición, según Maroto.

La 'Industria 4.0' supone un salto del esquema basado en la producción en masa a otro caracterizado por la flexibilidad y la personalización y en el que el grado de innovación, desarrollo tecnológico e internacionalización de las empresas condicionarán su competitividad de forma definitiva.

La transformación tecnológica digital, impulsada por la irrupción de tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA) y la impresión 3D, son puntos cruciales para configurar la industria del futuro.

Hay empresas que desde hace tiempo vienen apostando por impulsar la inversión en innovación y en tecnologías asociadas a la 'Industria 4.0', incentivar el emprendimiento, promover la internacionalización y fomentar el desarrollo y la atracción de talento.

En materia de talento digital, en palabras de la ministra de Industria, España tiene «una tarea pendiente», ya que le falta «un modelo de formación que prepare a trabajadores para los cambios que se van a producirse», y aboga por incrementar sustancialmente las inversiones en políticas activas empleo, que hoy apenas alcanzan el 0,6 % del PIB.