El optimismo y la confianza empresarial han empezado a dar señales de enfriamiento, según recoge el número 25 del Barómetro del Colegio de Economistas. El retroceso de la confianza se atribuye a «la incertidumbre» que proyectan amenazas como el Brexit o el enfrentamiento entre Estados Unidos y China. No obstante, los colegiados que han participado en la encuesta siguen dando un aprobado a la economía regional, a la que ponen una nota de 5,36 puntos, «lo que supone repetir la puntuación de junio».

Por el contrario, la nota de la economía nacional cae tres décimas y se sitúa en el 5,65. «La diferencia entre las economías de Murcia y de España se reduce solo a tres décimas», según revela el Barómetro.

La economía europea mantiene una valoración más alta, con 6,19 puntos.

La proporción de los encuestados que en diciembre de 2018 declaraba haber mejorado su situación respecto al año anterior ha bajado 9,2 puntos, aunque un 66% asegura encontrarse igual y un 21,8% dice que está mejor. A su vez, el porcentaje de los que declaran haber empeorado ha subido 4,5 puntos. «El agotamiento de los vientos de cola parece percibirse también», según se recoge en las conclusiones.

«La valoración neta continúa siendo positiva, es decir, los economistas siguen apostando por un crecimiento de la economía regional, si bien la desaceleración en dicho crecimiento también es patente», añade el informe. Las previsiones para los próximos seis meses bajan la puntuación de la economía regional al 5,30, mientras que la de España cae también al 5,34.

Los economistas consideran que «los factores de incertidumbre para la evolución del crecimiento» van a tener un mayor impacto en el empleo, que muestra un saldo negativo, mientras que bajan también las expectativas para la inversión y las exportaciones. La facturación mantiene las mejores expectativas para los próximos seis meses.

Por otra parte, la situación de las familias sigue estando peor valorada que la de las empresas.