La universidad española tiene un serio problema de envejecimiento, sobre todo entre los catedráticos, ya que, según un reciente estudio, el 50% de ellos se jubilará en los próximos siete años.

La Universidad de Murcia, UMU, que ya ha celebrado su centenario, no llega hasta ese extremo, pero tampoco se puede relajar: el 25 por ciento de sus catedráticos tendrá 70 años en ese periodo de tiempo, que es la edad de jubilación forzosa para los funcionarios universitarios.

José Antonio López Pina, vicerrector de Profesorado, explica que esta institución docente «sigue la tendencia de otras universidades españolas» y que el 44% de sus catedráticos está a las puertas de la jubilación: entre los 60 y 65 años el 24%, y con 65 años o más el 20 por ciento.

Una situación que vive de primera mano el decano de la Facultad de Química de la Universidad de Murcia, Pedro Lozano, y que lleva denunciando más de un lustro. «Pese a todo este tiempo de advertir lo que va a pasar no se ha hecho nada, y la situación empeora conforme pasan los años», subraya el también catedrático de Bioquímica y Biología Molecular.

El vicerrector comenta que el sistema de acreditación para esta categoría ha cambiado, y mientras que hace 20 años el número de catedráticos «era mínimo», de un tiempo a esta parte la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) ha modificado las condiciones, por lo que ha aumentado su número. Eso sí, no pueden optar a la plaza como tal hasta que no queda vacante.

«En áreas muy productivas se puede llegar a dar el caso de que todos los miembros del departamento son catedráticos», apunta López Pina.

Debido a que hasta el año pasado la tasa de reposición por jubilación no estaba permitida por el Gobierno a causa de la crisis, los departamentos intentaban sustituir las vacantes con profesores ayudantes doctores, en el caso de que fueran áreas «deficitarias» de profesorado. «Si no, entre todos asumíamos las horas de docencia», recuerda.

Pero lo cierto es que la promoción pasa por la investigación, por lo que, a la hora de elegir, los profesores dejan en segundo plano la docencia. «Para cubrir estos huecos nos hemos visto obligados a ir contratando a profesores asociados, y lo que ahora pretendemos es sustituir a los docentes que se jubilan estabilizando a esta plantilla», indica López Pina.

Según los datos del curso pasado, la UMU tiene contratados a 802 profesores asociados.

De hecho, el rector de la universidad murciana, José Luján, ya ha anunciado en numerosas ocasiones la puesta en marcha a lo largo de este curso de un plan para normalizar la situación de este colectivo. «Debemos identificar los casos de falsos asociados por departamentos y analizar las medidas a poner en marcha según cada caso», ha dicho.

Una posibilidad que se tiene en cartera es que entren como profesores ayudantes (pueden estar así 5 años), y que se queden como contratados doctores, siempre que logren la acreditación de la Aneca.

El vicerrector de Profesorado añade que para suplir las horas de investigación que los profesores y catedráticos titulares no dedican a la docencia, la UMU necesitaría a más de 200 docentes.

«Es una situación delicada», asegura y lamenta que también «estamos perdiendo a profesores jóvenes, que vienen muy bien preparados y con unos currículums impresionantes, porque no hay plazas, y los fichan en otras universidades».

El caso de la UPCT

El caso de la UPCTEs un universidad joven, con 20 años recién cumplidos, y también lo es su plantilla: la edad media de sus 375 profesores indefinidos o permanentes es de 49,5 años. Ésta aumenta a los 54,4 años, también de media, entre el colectivo de los catedráticos (81 en total), que en el periodo analizado de siete años, aún tienen por delante 16 años antes de jubilarse forzosamente a los 70.

Solo hay 50 profesores mayores de 60 años, 20 de ellos catedráticos.

El vicerrector de Profesorado e Innovación Docente de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT, deja claro que esta institución docente se 'sale' del preocupante panorama que se les presenta a corto plazo a otras universidades españolas. «Tenemos una plantilla relativamente joven, por lo que no estamos preocupados por su envejecimiento», apunta.

Sin embargo, la UPCT sí se enfrenta a otro problema de índole económica: cuando profesores o catedráticos se jubilan y son sustituidos por otros más jóvenes, el gasto en personal disminuye: «son más baratos».

Por el contrario, lo normal es que una plantilla joven aspire a subir de categoría, y, a la vez, vaya sumando pluses, quinquenios, sexenios... El resultado: «Se produce un encarecimiento del capítulo de personal, que es lo que vislumbramos en un escenario a corto o medio plazo en la UPCT».

Otra de las 'preocupaciones' de la Politécnica cartagenera es encontrar «perfiles válidos» para sustituir a aquellos profesores o catedráticos que han dejado la docencia y la investigación, sobre todo en titulaciones tan eminentemente técnicas como las que oferta esta institución: Arquitectura y Edificación; Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y de Ingeniería de Minas; Ingeniería Agronómica; Ingeniería Industrial; Ingeniería Naval y Oceánica; Ingeniería de Telecomunicación; Ingeniería en Organización Industrial.

«Los profesores entran cada vez más tarde en la carrera docente, porque los requisitos y exigencias de la Aneca para acreditarlos se han elevado respecto a años atrás», comenta Lozano.

El vicerrector añade que en la actualidad se incorporan profesores con 29 ó 30 años «pero con currículums bastante interesantes»; aunque no tanto como los de los catedráticos de 50 y tantos años, que suman su experiencia, tanto docente como investigadora.

Al contrario que la UMU, la universidad cartagenera tiene «bastante equilibrada» su plantilla «en el sentido de calidad de empleo», ya que el 76 por ciento de su personal es indefinido. Dentro de la figura de 'temporalidad', tiene 38 docentes de sustitución y 77 asociados.

Apuestas

Lozano Blanco tiene clara la apuesta futura, en Personal, de la Politécnica. «Queremos incorporar a gente con carreras muy competitivas; traernos lo mejor de lo mejor de cada área de conocimiento», destaca.

Para ello, se han apuntado a los programas de ayudas para contratos a investigadores nacionales y extranjeros con una trayectoria destacada en centros de I+D del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (el 'Ramón y Cajal'); y de la Comunidad Autónoma, el 'Saavedra Fajardo', para la incorporación de jóvenes doctores a las universidades.

En ambos casos, durante un tiempo los contratos los financian Ministerio y Comunidad.

Además, la UPCT ha logrado 4 de las 100 plazas que para toda España convoca el Ministerio de Educación y Formación Profesional, dentro de las ayudas 'Beatriz Galindo'. El objetivo de las mismas es atraer al talento investigador que ha realizado parte de su carrera profesional en el extranjero (al menos tres años). Las plazas son para tecnología química, Física, agrónomos y tecnología de computadores.