Ana Vidal del Viejo residía en Palma de Mallorca y un 22 de agosto de 1967 dio a luz a su segunda hija en el Hospital General de La Sang. Ella pudo escuchar el llanto después de nacer, pero las monjas le dijeron que había muerto. Ahora sus hijas, que viven en Murcia, llevan cuatro años buscando a su hermana mallorquina, ya que así se lo encomendó su madre antes de morir hace pocos años. Ella estaba convencida de que fue vendida y está viva.

Carmen García Vidal relata a este periódico la desgarrado historia: «Mi madre venía a Mallorca de vez en cuando con la esperanza de encontrarla, pero murió sin poder descubrir si estaba viva o no. Ella pudo escuchar perfectamente el llanto de una niña sana al nacer, pero las monjas le dijeron que había muerto». La madre de los García Vidal se marchó a vivir a Murcia y allí tuvo otros cinco hijos, pero durante toda su vida pensó que su niña que había sido dada por muerta en realidad fue vendida. Por ello no ha parado de buscarla. «Hubo cosas muy raras durante el parto, y en los papeles que entregaron a mi madre como certificado de defunción y que tenemos en nuestro poder. Por ejemplo, están llenos de tachones y rectificaciones y pone que mi hermana nació en 1966, cuando sabemos a ciencia cierta que era 1967».

Las hermanas García Vidal han visitado varias veces Mallorca, una de ellas con su madre poco antes de morir y fueron hasta la casa donde vivía. Durante estos viajes han hecho indagaciones y con cada información están más seguras de que su hermana no murió al nacer: «A mi madre ni le enseñaron el bebé, le dijeron directamente que lo habían colocado en un ataúd con otro cadáver que llevaban para el cementerio, cosa que durante todo este tiempo nos reafirma que mi hermana es una niña robada».

Al fallecer su madre, Carmen y su hermana Tere, empezaron la investigación de forma más concienzuda y desde Murcia contactaron con la Asociación Orígens que aglutina a las familias de los niños robados de Mallorca. Allí les ayudaron a sacar más información del Hospital de La Sang y fueron estrechando el cerco para cumplir la promesa que habían hecho a su madre y saber si su hermana estaba viva.

Una posible candidata

Carmen está muy contenta, ya que han encontrado a una chica que podría ser su hermana y reside en Mallorca. «No quiero revelar su identidad, ya que todavía nos falta realizar las pruebas de ADN para certificarlo. En agosto viajaré a Mallorca y nos las haremos». A través de la Asociación Orígens las hermanas García Vidal encontraron a una chica que encajaba a la perfección con la información que tenían y, además, sabía que había sido adoptada por una familia de Mallorca.

Este es un caso excepcional. Miquel Morro, presidente de Orígens, explica que mucha gente que sabe que sus padres no son biológicos es reacia a hacerse las pruebas, por el miedo a perder herencias o a remover el pasado.