Los billetes de 500 euros que han servido para sustentar la economía sumergida desde principios de siglo dejarán de emitirse a partir de ahora. El Banco Central Europeo (BCE) no pondrá más billetes morados en circulación, aunque seguirán siendo de curso legal y mantendrán su valor, por lo que podrán cambiarse sin ningún problema en los bancos centrales de los países de la eurozona. Sin embargo, la inquietud provocada por la decisión del presidente del BCE, Mario Draghi, que fue anunciada hace un par de años, ha provocado un movimiento más intenso de estos billetes en la Región durante las últimas semanas, aunque las entidades financieras consultadas por La Opinión aseguran que las oficinas bancarias solo han detectado una afluencia mayor «en casos puntuales».

El 27 de enero ha sido la fecha establecida por el Banco Central Europeo para dejar de emitir billetes de 500, lo que significa que a partir de ahora será más llamativa su utilización.

Para el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, el impacto de la llegada de la fecha final de emisión puede traducirse en un mayor consumo durante este mes de enero de productos de alto precio, como las joyas o los electrodomésticos, con el fin de dar salida a las reservas que sus propietarios tenían guardadas.

No obstante, recordó que las limitaciones establecidas para las operaciones en efectivo marcan un máximo de 2.500 euros cuando se trata de pagos de un particular a un empresario, por lo que es necesario planificar las compras para no dejar rastro. La limitación está en 15.000 euros si el pagador es un particular extranjero sin residencia en España.

El secretario general de Gestha añadió que los billetes de 500 también suelen ser utilizados para pagar viajes.

Aunque seguirán en circulación y podrán cambiarse en los 19 países de la zona euro, su uso se ha incrementado durante el mes de enero, a medida que se difundían las informaciones relativas a la fecha del cese de las emisiones, prevista para este domingo.

La Región ha sido una de las comunidades autónomas en las que se consideraba que había más dinero almacenado en efectivo antes de la crisis económica, tal y como pusieron en evidencia los casos de blanqueo detectados

Murcia había sido tradicionalmente una de las comunidades a las que se atribuía una mayor concentración de billetes de 500 euros en manos de los ciudadanos, junto con la Comunidad Valenciana, Madrid y Baleares, entre otras autonomías. La acumulación de billetes morados se inició con la implantación del euro, cuando los contribuyentes que tenían pesetas guardadas se vieron obligados a cambiarlas a la nueva moneda.

Después influyó el auge del mercado inmobiliario, dado que los billetes grandes no solo permitían guardar los beneficios no declarados en los negocios de la construcción, sino que se utilizaban también para pagar las cantidades no recogidas en las escrituras, que cambiaban de manos «en las antesalas de los despachos de los notarios», tal y como recordaba Mollinedo.