­El Colegio Oficial de Enfermería de la Región de Murcia quiere dar a conocer a los ciudadanos, profesionales y a la sociedad en su conjunto la pretendida implantación de la mal llamada «farmacia comunitaria», que supone un paso hacia la privatización de la sanidad pública y que conlleva, además, un gasto adicional para administraciones y ciudadanos por realizar unos servicios asistenciales que no les corresponden y que ya prestan de manera gratuita las enfermeras que trabajan en Atención Primaria.

Desde los centros de salud, las enfermeras cuidan de las personas en todas las etapas de su vida: desde el nacimiento, en la infancia y la adolescencia con revisiones, educación para salud y diferentes programas de salud que llevan a cabo las enfermeras. En la edad adulta trabajan con mujeres embarazadas, pacientes crónicos, educación sanitaria, problemas de salud agudos... Y en la edad avanzada con atención al paciente polimedicado, curas, formación de cuidadores€ el único interés de las enfermeras es el cuidado de tu salud.

Las enfermeras, desde la independencia y sin intereses económicos, ejercen y garantizan una atención domiciliaria de calidad para aquellos pacientes que no pueden desplazarse a su centro de salud u hospital. Una atención adecuada a las necesidades de cada momento vital de los ciudadanos, y realizada por los profesionales capacitados para ello desde la evidencia científica y la independencia de intereses comerciales. Su único interés como enfermeras es ofrecer una atención sanitaria de calidad y en las mejores condiciones posibles dentro del Sistema Público de Salud, sin que ello suponga un gasto adicional para el usuario o para la Administración Pública.

Sin embargo, actualmente, las oficinas de farmacia, como empresas privadas que son, quieren que los farmacéuticos asuman funciones propias de enfermeras, sustituyendo a nuestros Centros de Salud y cobrar por cada uno de estos servicios: vacunación, atención a domicilio, seguimiento de tratamientos€ para las enfermeras la salud no es un negocio.

La farmacia comunitaria es una privatización encubierta de la Sanidad Pública. El objetivo de la mal llamada «farmacia comunitaria» es el lucro y, para ello, los farmacéuticos pretenden cobrar por realizar atención sanitaria a pacientes, para la que no están capacitados ni habilitados. Dicha atención sanitaria corresponde a las enfermeras de los centros de salud, en un Sistema Sanitario público, gratuito y universal.

La «farmacia comunitaria» pretende cobrar por lo que ya hacen enfermeras y médicos. Entre las funciones asistenciales por las que se pretenden cobrar se encuentran: administración de vacunas, detección y seguimiento de la diabetes, control del paciente anticoagulado y prevención del ictus, atención a domicilio y revisión del botiquín, seguimiento y atención al paciente crónico.

Ceder la atención sanitaria a las farmacias es privatizar la Sanidad Pública, la «farmacia comunitaria» no tiene respaldo legal. Los farmacéuticos son expertos en medicamentos, no en asistencia sanitaria, de hecho, la ley no les respalda en este tipo de intervenciones, puesto que supone un riesgo para la salud de los ciudadanos. La «farmacia comunitaria» no está reconocida como especialidad y, por tanto, no está regulada por ninguna norma, decreto o ley.

El Colegio de Enfermería de la Región de Murcia pide respeto a sus competencias y que no se usurpen funciones propias de las enfermeras que trabajan en los centros de salud y, en particular, de las enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria.