­El rey Felipe VI, que este martes inauguró oficialmente el aeropuerto de Corvera, quedó «encantado» con las instalaciones, que recorrió detenidamente acompañado por miembros del Gobierno regional y de otras instituciones de la Región, además del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y los directivos de Aena, la empresa concesionaria que hace un año se adjudicó el contrato de la Administración regional para explotarlo durante 25 años. Los integrantes de la comitiva que lo acompañó durante la visita aseguran que mostró una gran curiosidad por conocer todos los detalles del aeropuerto y que incluso preguntó a los técnicos para conocer las condiciones de vuelo del aeródromo. También quiso saber los pasajeros que ha tenido hasta ahora San Javier y las expectativas que Aena y el Ejecutivo regional tienen para los próximos años.

Unos quinientos invitados esperaban la llegada del rey al vestíbulo del aeropuerto que acogió el acto oficial. Lejos de las habituales inauguraciones con discursos de todo el mundo que se hacen interminables, la de ayer fue vista y no vista. Duró poco más de 20 minutos, dado que solo intervinieron el ministro de Fomento y el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras.

Los invitados esperaban oír unas palabras del monarca en un acto que hubo quien lo calificó de «emotivo», dado el carácter emblemático que tiene el nuevo aeropuerto para muchos murcianos, pero Felipe VI no llegó a hablar. Su participación se limitó a descubrir una placa conmemorativa junto con López Miras en la que aparece la fecha de la inauguración. A partir de ese momento, Felipe VI pudo dedicarse a saludar a los invitados, muchos de los cuales lo conocen de sus habituales visitas a la Región.

El monarca llegó a Corvera poco después de las 11.00 horas en un avión de la Fuerza Aérea, que se situó en la pista junto a dos aeronaves de Ryanair y EasyJet que pocos minutos antes la habían estrenado. Fue recibido por López Miras, acompañado por el consejero de Fomento, Patricio Valverde, y el presidente de Aena, Maurici Lucena, además del delegado del Gobierno, Diego Conesa, y la presidenta de la Asamblea, Rosa Peñalver, entre otras autoridades.

Felipe VI, que recibió parte de su formación militar en la Academia General del Aire de San Javier, conoce perfectamente las características del aeródromo situado junto al Mar Menor en el que durante los últimos cincuenta años se han compatibilizado los vuelos civiles y militares. Por eso, mostraba especial interés por conocer la situación de Corvera y sus características. Además de las explicaciones que recibió de los anfitriones, también hizo al personal de Aena y a los técnicos preguntas que sorprendieron a sus acompañantes.

López Miras aseguró que el monarca estaba «encantado» con las instalaciones y que incluso había destacado que en los últimos treinta años se han ampliado aeropuertos, pero no se ha construido ninguno nuevo.

Nada más llegar a la terminal, cuando le mostraron la maqueta del aeropuerto, quiso saber qué conexión tiene Corvera por carretera. El consejero de Fomento fue el encargado de explicarle que solo se tarda unos minutos en llegar a la autovía, dado que el aeropuerto ha sido construido junto a la A-30.

El presidente de Aena le resumió a grandes rasgos las cifras y las mejoras que implica respecto a San Javier, como la longitud de la pista, que mide 3.000 metros, o la capacidad de estacionamiento de aviones, además de «la comodidad» para los pasajeros.

Todo el mundo quería fotografiarse con el monarca

Los responsables del servicio de escolta que acompañaban a Felipe VI trataban de impedir inicialmente que el rey fuese fotografiado una vez acabado el acto oficial de inauguración, mientras saludaba a los invitados. Sin embargo, pronto tuvieron que desistir en sus intentos por controlar los móviles que aparecían por todas partes apuntando hacia el monarca. Todo el mundo quería fotografiarse con el rey, empezando por los miembros del Gobierno regional, que fueron los primeros en posar junto a Don Felipe.