RYR4117. Ése fue el último vuelo comercial de los 50 años de historia del aeropuerto de San Javier, que partió ayer con 171 pasajeros a bordo. El avión, de la compañía de bajo coste Ryanair, despegó del aeródromo marmenorense a las 20.40 horas con destino a Manchester. Entre los viajeros se encontraba un ilustre del fútbol británico, Sir Kenny Dalglish, icono del Liverpool de los ochenta. El mítico delantero, que tiene una vivienda vacacional en el resort de La Manga Club, destacaba un sentimiento compartido por muchos de los viajeros. Dalglish comentaba que estaba «triste» por el cambio de la instalación aeroportuaria a Corvera, pese a que admitió que no había visto aún la nueva infraestructura que se inaugura hoy mismo. «Llevo 30 años viniendo a San Javier», rememoraba en inglés.

Minutos antes del despegue final aterrizó el último avión a las 19.45 horas, quince minutos antes de lo previsto. Esta aeronave, que partió desde Manchester con 120 pasajeros, fue la misma que salió minutos más tarde rumbo a la ciudad donde emergió la Revolución Industrial.

Los viajeros de ambos vuelos eran mayoritariamente jubilados británicos. Diane Dearden y su marido Martin Callaghan explicaban mientras aguardaban a subirse al avión rumbo a Inglaterra que para ellos San Javier es un «gran aeropuerto», y destacaban la comodidad del mismo. «Solemos venir de vacaciones a Los Narejos, que está aquí al lado. Para nosotros Corvera está muy lejos y tendremos que pagar más por el taxi. Es una pena», comentaban. En este sentido también mostró su opinión Natalia Aranda, una joven alicantina, que iba en el mismo vuelo que este matrimonio británico y era su primera vez en San Javier. «A los taxistas les han hecho la puñeta porque ya no pueden ir al nuevo aeropuerto, además, los turistas prefieren aterrizar junto a la costa», explicó.

Por el contrario, Juan Escribano, otro joven, pero de Toledo, subrayaba que lo bueno que tiene Corvera es que está más cerca del área metropolitana de Murcia. Si bien, Carlos Vilas, de Cartagena, sostenía que «pese a no ser una persona bastante política, se nota que el cambio de aeropuerto es una cuestión centralista, parece que quieren que todo esté en Murcia». Además, este joven de la Región añadía que los extranjeros disfrutan con las vistas que hay desde el avión en San Javier de La Manga, el Mar Menor y las salinas. «Precisamente, hoy le he enseñado una foto a mi abuela desde el avión de otro vuelo que hice a San Javier y las vistas eran espectaculares», expuso. Otra viajera de este último vuelo, Vanessa Escobar, que ha residido años en Lorca, resaltaba que para ella es «muy bonito» aterrizar junto al mar.

La tristeza de los viajeros asiduos de San Javier también se extendía a los trabajadores del aeropuerto, que hicieron una pequeña cena informal con espumosos al finalizar la jornada. Muchos de ellos trabajarán a partir de hoy en Corvera, pero otros como Marta Rabanal, que regenta una tienda de zapatos en el duty free de San Javier, no pisará el nuevo aeródromo porque el alquiler le costaba un 30% más que en San Javier. Ella cerró ayer la persiana de su negocio al mismo tiempo que muchos murcianos y turistas pasaron página de un aeropuerto que ha formado parte de la historia de la Región y al que ayer sus viajeros se despidieron con un sentido «Good Bye».