La terminal de Corvera se veía ayer llena de autoridades e invitados, alrededor del jefe del Estado, aunque, desde hoy, serán los viajeros los únicos encargados de dar vida a las instalaciones. Instalaciones en las que no hay, de momento, mucho escaparate que ver mientras se hace tiempo para que salga el vuelo. Más bien, no hay ninguno. Desde Aena subrayan, y así se refleja en la nota de prensa que difundió la compañía ayer, que «el aeropuerto contará con una oferta comercial y de restauración que refleja la apuesta por la calidad y el objetivo de facilitar la mejor experiencia al pasajero, adaptándola a los diferentes perfiles de los usuaurios».

En la película de Steven Spielberg La terminal, el protagonista, encarnado por Tom Hanks, tenía en el aeropuerto (del que no podía salir por cuestiones diplomáticas) todo lo necesario para subsistir. Los viajeros que pasen por Corvera tendrán en breve, asegura Aena, «cuatro puntos de restauración y 18 máquinas expendedoras de alimentos y bebidas».

«Los establecimientos, que empezarán a dar servicio paulatinamente, ocuparán una superficie de cerca de 1.200 metros cuadrados y estarán distribuidos en el edificio terminal entre el vestíbulo de facturación y llegadas y la zona de embarque», manifiestan desde la compañía.

Al igual que el personaje interpretado por Tom Hanks hizo amigos, más bien familia, en su encierro aeroportuario, la terminal de Corvera va ya poblándose de humanos que serán los habitantes de ese reducto y las caras amables que encontrará el viajero en su periplo. Jesús Expósito, Cristina López o Encarna Gil se dejaban la piel, cada uno en su puesto, para que todo saliese perfecto.

Coincidían todos los trabajadores consultados en que se encontraban «muy nerviosos» y comentaban que afrontaban su nueva etapa en Corvera «con ganas de quedarse» durante muchos años en el aeródromo.

Algunos estaban de paso, como Ana, trabajadora de Easy Jet, que atiende a LA OPINIÓN un segundo tras el mostrador, porque hay cola de pasajeros que quieren facturar. «Vengo de Alicante, he venido solo hoy», señala la joven, que ve Corvera «bastante bien».

A partir de ahora, la oferta se va a ir incrementando poco a poco, destacan desde Aena. Se espera, por ejemplo, que abra la tradicional tienda de aeropuertos Dufri, con artículos libres de impuestos. También habrá un local para vender regalos, de la marca Submarine, y uno de productos de Ibérica Negocentro. Junto a las marcas, vendrán personas trabajadoras que harán crecer la gran familia de la terminal de Corvera.