La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte (Fenadismer) pedía ayer cautela a los pequeños transportistas que estén planteándose reclamar contra el cartel de fabricantes de camiones y alerta de que la condena impuesta por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia a la compañía Volvo, de la que informó La Opinión, no debe alentar un falso optimismo, dado que la batalla legal acabará previsiblemente en el Tribunal Supremo y en la Justicia europea.

La Comisión Europea ha sancionado a los fabricantes de camiones Daf, Daimler-Mercedes, Iveco, Man, Renault-Volvo y Scania por acordar precios de venta de los vehículos durante catorce años y retrasar deliberadamente la introducción en el mercado de nuevas tecnologías para reducir las emisiones. Esta resolución abrió una vía para que los transportistas pudieran reclamar a los fabricantes el dinero que habían pagado de más entre los años 1997 y 2011.

Fenadismer califica como «espejismo no realista» la sentencia dictada por el Juzgado de lo Mercantil que condena a Volvo a devolver 128.000 euros a un pequeño empresario que pagó dinero de más por cinco cabezas tractoras de la marca Renault. En este caso, la magistrada ha aceptado el informe presentado por el perito del reclamante a la hora de estimar el importe de la devolución.

La organización de transportistas autónomos recuerda que también han sido dictadas sentencias desestimatorias de otras reclamaciones presentadas. Su conclusión es que «la resolución final de este tipo de reclamaciones conllevará una larga batalla judicial previsiblemente hasta el Tribunal Supremo, para lo que los fabricantes de camiones han contratado despachos jurídicos y economistas de primer nivel».

Como ejemplo, cita una sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº1 de Zaragoza del pasado 13 de diciembre, en la que el juez acoge íntegramente los argumentos de los peritos contratados por los fabricantes demandados.