El desenlace que puede llegar a tener el Brexit resulta cada vez más imprevisible, aunque cada día que pasa las empresas vislumbran nuevas complicaciones en las exportaciones a Reino Unido. El rechazo del Parlamento británico al plan de desconexión pactado con Bruselas acrecienta en la Región el temor a un Brexit duro que restablecería los controles aduaneros anteriores a la integración en la UE. Sin embargo, los exportadores de la Región confían en que todavía sea posible establecer mecanismos que eviten la necesidad de realizar inspecciones fitosanitarias a las 500.000 toneladas de frutas y hortalizas que las empresas murcianas envían al Reino Unido. Tampoco pierden la esperanza de que aún sea posible establecer una prórroga.

El director general de Proexport, Fernando Gómez, recordaba ayer que la desconexión de la UE convertiría a Gran Bretaña en un país tercero a partir del próximo 29 de marzo y avanzaba que a partir de ese momento para poder cruzar el Canal de la Mancha será necesaria «la realización de controles aduaneros, el pago de derechos arancelarios y la presentación de certificados de tipo fitosanitarios, de calidad u otro tipo de requisitos que Reino Unido exigiera, ya que las normas comunitarias ya no serían aplicables en este país».

Gran Bretaña es el tercer cliente de la Región y recibe el 20% de los productos agrarios que exportan unas 500 empresas murcianas.

Tal y como había avanzado el presidente de la Cámara de Comercio de Murcia, Miguel López Abad, Fernando Gómez destacó que las aduanas existentes en la Ciudad del Transporte (en la pedanía murciana de San Ginés) y en el Puerto de Cartagena no disponen de medios técnicos ni de plantillas suficientes para inspeccionar las casi 500.000 toneladas de frutas y hortalizas que las empresas murcianas exportan a Reino Unido. No obstante el director de Proexport confía en que todavía sea posible establecer sistemas de autocontrol fitosanitario en las empresas que eviten «el colapso aduanero».

Lo que resultaría más difícil de sortear es «el caos logístico» que se produciría a partir del 29 de marzo si vuelven a establecerse las aduanas fronterizas. Fernando Gómez apuntaba que, «después de cincuenta años en la Unión Europea», Reino Unido no tendría capacidad para afrontar el control aduanero de las mercancías que entran por sus puertos. Añadió que el temor al colapso está llevando a algunas cadenas británicas a hacer acopio de productos no perecederos para hacer frente a una eventual escasez a partir del 29 de marzo.

Efectos a partir de abril

Efectos a partir de abrilTambién la Froet había dado la voz de alarma ante el caos que se produciría en el transporte si los camiones con productos de la Región se vean obligados a hacer cola para entrar en territorio británico.

El director de Proexport advertía, además, de que la depreciación de la libra provocada por la incertidumbre política está ocasionando «un descuento encubierto» en los precios fijados con los clientes británicos que «resulta lesivo para la rentabilidad de las exportaciones». Gómez recomienda a los exportadores que no asuman el impacto de la devaluación y traten de negociarlo con las empresas.

Por su parte, la portavoz del Gobierno regional, Noelia Arroyo, advertía ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de que el Ejecutivo está tomando medidas de apoyo a empresarios con intereses en el Reino Unido desde julio de 2016, cuando se inició el Brexit, y lanzó un mensaje de tranquilidad tras la votación ayer en el Parlamento británico. Entre las medidas de apoyo a las empresas destacó el denominado 'cheque brexit', que se podrá solicitar a partir del próximo 1 de febrero y que ofrecerá ayudas de hasta 10.000 euros.