La vuelta a los controles aduaneros que impondría un Brexit duro provocaría «el caos» en la Aduana gestionada por la Cámara de Comercio de Murcia, que se encarga de inspeccionar los productos de la Región que salen al exterior, según indicó ayer su presidente, Miguel López Abad. Ni la plantilla ni las instalaciones en las que se realizan los controles fitosanitarios de los productos exportados pueden asumir la carga de trabajo que supondría la inspección de las frutas y hortalizas destinadas a Reino Unido cuando el país deje de ser miembro de la Unión Europea, a partir del próximo 29 de marzo.

Reino Unido es uno de los mayores clientes europeos de los productos murcianos. Las exportaciones de las empresas al país se acercan a los mil millones de euros y suponen en torno al 10% de las ventas totales de la Región al exterior. En su mayor parte estas exportaciones llegan en camión a través del Canal de la Mancha.

López Abad, que ayer mantuvo un encuentro con los medios de comunicación, explicó que la Cámara de Murcia está realizando informes sobre las consecuencias que tendría en la Región un Brexit que confiera a Reino Unido el trato que tienen los países ajenos a la UE, sometidos a controles aduaneros. Su objetivo es advertir a la Administración central, titular de la Aduana, de la necesidad de ampliar la plantilla y los servicios que funcionan en la Ciudad del Transporte, en la pedanía murciana de San Ginés. «Si no estamos preparados, será un auténtico caos», concluyó.

El presidente de la Corporación Cameral sostiene que la plantilla actual no tiene capacidad para asumir la carga de trabajo que debería afrontar si Gran Bretaña pasa a ser considerado un país tercero. A las inspecciones fitosanitarias que deberían superar las frutas y hortalizas para cruzar el Canal de la Mancha se sumarían las nuevas complicaciones burocráticas.

López Abad recordaba que el ensayo realizado en la población británica de Dover con un centenar de camiones para comprobar cómo funcionaría una aduana ha demostrado que el colapso de entrada al país sería inevitable.

También los transportistas murcianos han expresado su temor al restablecimiento de las aduanas que debían cruzar los camiones procedentes de la Región antes de que España pasara a ser miembro de la Unión Europea. Según adelantaba el secretario general de la Froet, Manuel Pérez Carro, las exportaciones a los países que no pertenecen a la Unión requieren un permiso para cada camión que entra en su territorio.

Sin embargo, en los Estados miembros de la UE las empresas de transporte pueden moverse libremente sin tener que pasar aduanas con una licencia que se renueva cada cinco años.

La Comisión Europea ha advertido a los empresarios de que tal vez tengan que solicitar nuevas licencias a Reino Unido para poder introducir sus mercancías en el país a partir del 29 de marzo. Al igual que ocurre ahora con países que no forman parte de la UE, como Rusia, existe incluso un cupo de viajes establecido, que se reparte entre las empresas y limita el número de expediciones que puede hacer cada una. El Parlamento Británico votará el próximo martes el acuerdo alcanzado por Theresa May con la Unión Europea tras una larga negociación.