La esperada reunión de la Junta Central de Explotación del Trasvase Tajo-Segura tendrá lugar hoy en Madrid para analizar la situación de los embalses de cabecera del Tajo y autorizar, con toda probabilidad, un envío de 38 hm3 para el mes de enero, agua que se destinará para el abastecimiento de 80 municipios y para el regadío de la Región de Murcia, sur de Alicante y norte de Almería.

Los regantes del Trasvase Tajo-Segura no dudan en que se recibirá esta cantidad porque los pantanos, Entrepeñas y Buendía, tenían almacenados al comienzo del mes de enero 645 hectómetros cúbicos. Esto supone que se encuentran en nivel 2 y que los envíos a la cuenca del Segura para regar y beber son automáticos y por esta cantidad, tal y como se recoge en la Ley y las normas de explotación del acueducto.

De hecho, los pantanos almacenaban 43 hm3 por encima del límite que recogen esas normas (para el mes de enero 602 hm3) como situación hidrológica excepcional (nivel 3), que solo permitiría un envío máximo de 20 hm3 y siempre que lo autorizara la ministra para la Transición Ecológica.

«No esperamos que ocurra nada raro; normalidad absoluta», manifestó ayer el presidente del Sindicato Central de regantes del Acueducto Tajo-Segura, Scrats, Lucas Jiménez.

Los agricultores aún tienen que recibir 12 hm3 de agua correspondientes al trasvase autorizado en diciembre, si bien «no nos preocupa, pues es un volumen de agua ya comprometido y que no vamos a perder», apuntó Jiménez.

Mayor entendimiento

Por otra parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) Mario Urrea, manifestó ayer que la situación permanente de escasez de recursos hídricos, unida a la sobreexplotación de los acuíferos y a las acciones que se tienen que acometer en el Campo de Cartagena, en línea de una «mayor protección ambiental del Mar Menor», implicarían alcanzar mínimamente el aprobado en la Cuenca del Segura.

En una entrevista concedida a Europa Press, en la que aprovechó para pedir, de cara a este año, «un entendimiento y colaboración entre la CHS, las otras administraciones concernidas en la gestión y protección de los recursos y los usuarios, para una acción conjunta y responsable», ya que «es la única manera en que se puede gestionar esta complicada cuenca».

Desde el punto de vista de los recursos hídricos, Urrea explicó que desea «una mayor disponibilidad de los mismos, que implicaría mejorar la garantía a los usuarios» y, de otra parte, unas dotaciones presupuestarias suficientes para «acometer las inversiones pendientes y mejorar el control y la protección del Dominio Público Hidráulico».

Expectativas que no se cumplen

El consejero de Agua, Miguel Ángel del Amor, respondió ayer a Urrea que espera que se cumplan las palabras del presidente de la CHS «y no generen expectativas que luego no se cumplan, porque es el peor regalo que se le puede hacer a los regantes». Espera que «esa colaboración sea una realidad, un hecho».

En este sentido, Del Amor recordó que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, durante su visita a la Región en diciembre, manifestó que Papá Noel o los Reyes Magos «iban a traerle a los regantes las concesiones de agua desalada» por la ampliación de la desaladora de Torrevieja (Alicante). «Ya han pasado y no le han dejado nada a los regantes», lamentó.