Fue en julio de 2012 cuando el Gobierno español publicó el Real Decreto-ley de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad. Detrás de este enunciado se escondía la liberalización de las reglas que hasta ese momento habían regulado las rebajas en nuestro país. «Desde ese momento, ya no hay un periodo oficial de comienzo y fin y el efecto llamada se ha perdido», apunta Carmen Piñero, representante de los comerciantes de centro de Murcia.

Con el decreto se buscaba liberalizar el ejercicio de la actividad comercial, dando la posibilidad de realizar a un mismo tiempo y en un mismo establecimiento comercial cualquier tipo de actividad de promoción de ventas, «de tal forma que las rebajas puedan convivir con los saldos u otras ofertas comerciales». Y al ser una norma nacional, nada pueden 'corregir' las autonomías.

Sin embargo, el pequeño comercio murciano, que acaba de reagruparse en una federación, tiene claro cuál va a ser su reivindicación futura: «Que las rebajas vuelvan a estar reguladas como antes».

«Ahora mismo, cada establecimiento planifica este periodo como lo considera oportuno, y unos deciden hacer primero una serie de descuentos, otros pasan directamente a las rebajas y otros lo combinan», comenta Piñero.

Lo cierto es que la imagen del 'pistoletazo' de salida a por las grandes gangas ha quedado, por ahora, para la memoria.