Exenciones fiscales, ayudas para rehabilitar viviendas y guarderías para los más pequeños son algunas de las iniciativas que están poniendo en marcha todos los pueblos del Valle de Ricote para luchar contra la acuciante despoblación, un problema que amenaza con dejar sin habitantes a estas localidades.

Sin embargo, los distintos alcaldes son conscientes de que el auténtico filón de esta zona puede ser el turismo rural. Iniciativas como la restauración de la Casa de la Calera en Ricote, y su reconversión en un parador rural es de las primeras acciones que se han pensado en este municipio, donde se registra un acusado envejecimiento de la población.

De hecho, desde el año 2013 hasta el que acaba de terminar, en este municipio, cabecera de la comarca del Valle de Ricote, se han perdido 116 habitantes, tal y como se recoge en el padrón de Instituto Nacional de Estadística (INE).

En Ricote, y según explica su alcalde, Celedonio Moreno, un 70 por ciento de su población es mayor de 50 años.

Sin embargo, y afortunadamente, Moreno asegura que muchos vecinos que abandonaron el pueblo hace años, ahora se han dado cuenta del error y de que su calidad de vida ha empeorado. «Aquí se vive mejor», sentencia el regidor, lo que considera que puede ser un freno para que en el futuro siga despoblándose este municipio de la sierra de Ricote.