La figura jurídica de la custodia compartida se va instalando poco a poco en la Región de Murcia. Este régimen, en el que el padre y la madre se reparten por igual el cuidado de los menores, ha repuntado en el último año. En 2017, casi 300 de los 1.731 divorcios entre progenitores se saldaron con una custodia compartida. Se trata de una cifra mayor que la registrada un año antes, en 2016, cuando se decretaron 227 casos, según atestigua el Instituto Nacional de Estadística.

Estos números significan que se ha producido un aumento del 30% en doce meses en la Región. El incremento se produce después de dos años de estancamiento, pues en 2016 y en 2015 la custodia compartida apenas creció, con 227 y 226 concesiones, respectivamente.

Sin embargo, sí se observa una amplia evolución si se compara con la situación de hace un lustro. Tanto es así que la concesión de este procedimiento tras los divorcios se ha duplicado en los últimos cinco años en la Región. En concreto, el crecimiento ha sido del 125% en la Región desde 2013.

La custodia compartida se aplicó en 296 casos en 2017 por los 131 que se dieron en 2013. En aquel año, el primero recopilado por el INE, sólo el 7,9% de los divorcios en Murcia se saldaban con custodia compartida.

Desde la Asociación de Padres de Familia Separados (APFS) califican como positivo esta mejoría, pero consideran que los datos murcianos están lejos del resto de comunidades españolas, especialmente de aquellas en las que está recogida por ley. Esta asociación insiste en que debería haber una legislación unificada en todo el país.

La media española, lejos

La asociación APFS se refiere a que la tasa murciana de custodias compartidas se encuentra todavía lejos de la media española. En concreto, sólo el 17% de los divorcios con descendientes en la Región han terminado con esta fórmula, que establece que los gastos son compartidos entre los padres y las madres. Sólo Extremadura presenta una tasa más baja, un 15,9%, mientras que la media española se sitúa en el 30%.

Este régimen avanza a grandes pasos en el resto del país por la modificación en la doctrina de los jueces, las leyes autonómicas y el cambio de mentalidad de la sociedad. Baleares, con una tasa del 47,2%, se sitúa a la cabeza, seguida de Cataluña, con un 44,9%, y la Comunidad Valenciana, con un 42,3%.

Los hijos, las víctimas

La ruptura de una relación sentimental no es tarea fácil para las partes implicadas. Aunque es sabido que un buen divorcio es mejor que un mal matrimonio, esta situación no es nada deseable para la pareja que ve cómo su proyección de vida se quiebra y que evidencia cómo sus idílicas expectativas comienzan a ensombrecerse, dando paso a una difícil convivencia. Los hijos suelen ser las grandes víctimas y en ocasiones sufren daños colaterales que pueden provocarles inestabilidad. Los expertos aconsejan a los padres que den prioridad al bienestar de su hijo e intenten negociar una solución en el que el pequeño se beneficie en todo momento. En ese camino, ha emergido la figura de la custodia compartida.

El objetivo de esta medida es que se pueda mantener una relación continuada, justa y sana entre los padres ya separados. Aunque este concepto se está abriendo paso, lo más frecuente sigue siendo que, tras el divorcio, los hijos permanezcan con uno de los progenitores mientras que para el otro se fije un régimen de visitas periódicas.

De hecho, el INE recoge que durante el año pasado la custodia de los menores de edad se otorgó a padres y madres por igual en 296 casos en la Región de Murcia, mientras que la madre la obtuvo en 1.366 ocasiones y el padre únicamente en 69.