Los restos mortales del que fuera coordinador de Izquierda Unida, diputado en la Asamblea Regional y concejal en el Ayuntamiento de Lorca, José Antonio Pujante Diekmann, que falleció en la madrugada del pasado uno de enero a los 54 años de edad, serán incinerados hoy a las 11 de la mañana en el crematorio de Puerto Lumbreras, según confirmó su hijo, José Antonio Pujante Quiñonero.

Previamente al traslado del cadáver hasta Puerto Lumbreras, sobre las diez y media, se celebrará un acto laico en el tanatorio Lázaro Soto de Lorca, donde se encuentra instalada la capilla ardiente del político. En el acto, que servirá de homenaje a Pujante, intervendrán familiares, amigos y políticos. Entre otros, Enrique González, compañero de partido durante más de treinta años y quien aseguraba ayer haber perdido «más que a un amigo, a un hermano; hemos compartido la vida durante más de 30 años no solo en la política, sino también en el día a día», aseguraba.

González definía a Pujante como «una gran persona, lúcida y envidiable, que sabía ver lo que otros no veíamos, y, aunque parecía distante por su timidez, era una persona cercana a los problemas de la gente y que nunca desfallecía hasta conseguir sus objetivos».

Pujante Quiñonero señalaba por su parte que su padre siempre fue un referente para él. «Estoy estudiando ahora Ciencias Políticas porque quiero ser una calcamonía suya», relataba. También recordó que horas antes de morir su padre y él viajaron juntos en el coche cantando después de pasar la Nochevieja divirtiéndose y brindando por el nuevo año. Todo hace indicar, según su hijo, que murió de un infarto, ya que «no se despertó a la mañana siguiente».

José Antonio Pujante deja un hijo y una hija, además de a su esposa, María Jesús Quiñonero, funcionaria de la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Lorca, persona muy conocida y querida además por su integración en el grupo folclórico Coros y Danzas de la ciudad.

Hasta el tanatorio Lázaro Soto se desplazaron además ayer personas de todos los signos políticos y clases sociales, ya que era una persona «muy querida y apreciada por su capacidad de diálogo, entre otras cosas», como señaló el alcalde de la ciudad de Lorca, Fulgencio Gil, que junto a varios concejales del equipo de gobierno dieron el pésame a la familia.

Para Gil, «Pujante fue un referente de la izquierda lorquina, un gran político, un gran vecino de la ciudad y un gran profesor». «Estamos todos consternados y muy afectados porque Lorca ha perdido a una gran persona con un gran bagaje intelectual y cultural».

Para el actual coordinador de Izquierda Unida-Verdes en la Comarca del Guadalentín, José García Murcia, Pujante «fue un gran valedor de los derechos humanos que siempre ofrecía sus consejos en el momento oportuno». García Murcia señaló que «estamos invadidos por un gran dolor porque se nos ha ido un buque insignia de Izquierda Unida y un gran valedor de los derechos humanos». «Seguía dándonos su opinión y consejos con esa capacidad de análisis que siempre ha tenido y con esa filosofía traducida a la política», añadió.

José Antonio Pujante ejercía como profesor de Filosofía en el instituto de Enseñanza Secundaria Príncipe de Asturias de Lorca. Aunque había anunciado que dejaba la política institucional, su hijo recordó que siempre aseguraba que la política en sí le acompañaría toda su vida.

Además de las centenares de personas de la clase política y de la docencia que dieron ayer su último adiós a Pujante, está prevista hoy también la asistencia al tanatorio de el ex coordinador federal de IU, Cayo Lara, y el diputado de IU por Valencia, Ricardo Sixto, además de concejales del partido en distintos ayuntamientos y de otros cargos orgánicos de la formación.