El secretario del Banco de Alimentos del Segura, José López, ha calificado este año de "positivo" en cuanto a recogida de alimentos, pero ha mostrado su preocupación porque el número de beneficiarios no desciende "como se pensaba".

López ha afirmado que la economía parece que se va recuperando y, sin embargo, "se constata que las personas en riesgo de exclusión no han disminuido en la Región de una manera significativa, escasamente un 0,04 por ciento". En Murcia, dice, "hay muchas personas que lo están pasando muy mal" y se teme que en 2019 esta situación continúe así.

El Banco de Alimentos del Segura, que abastece a casi 40 municipios de la Región (Murcia y pedanías, noroeste y noreste), ha puntualizado que este año han recogido casi 1,9 millones de alimentos en todo el ejercicio, cifra algo inferior a la de 2017, que recogieron dos millones de kilos.

Asimismo, atendieron a 148 entidades benéficas en 2018 y han llegado a los 29.000 beneficiarios, un 2,5 por ciento más que en 2017, ha señalado.

De la gran recogida de alimentos del 30 de noviembre y 1 de diciembre, las previsiones superaron los 300.000 kilos hasta alcanzar los 318.000, un 5,5 por ciento más que en 2017.

Ello supuso la movilización de más de 2.000 voluntarios (32 personas a diario trabajan en el Banco) para la organización, recogida y clasificación posterior en el Banco de Alimentos ese fin de semana.

López también ha destacado la novedad que se puso en marcha este año, el aula de formación, por la que se han pasado unos 700 alumnos, a los que se les ha contado cómo funciona el Banco de Alimentos y les ha servido de concienciación "ante una situación de despilfarro constante de comida, dado que un tercio de todo lo que compramos va a la basura".

Para concluir, espera que en 2019 no tengan que repartir alimentos, porque sería señal de que todo el mundo esté en unas condiciones "óptimas", pero las previsiones que manejan es llegar a una cifra de 1,8 millones de kilos para necesitados y las entidades benéficas no bajan de las 148.

Sin embargo, se han propuesto como objetivo repartir por persona 100 kilos a lo largo del año, que es lo que marca la UE.