Los cazadores ya pueden abatir arruís en la Región de Murcia. El Gobierno regional ha modificado la orden de veda y permite la caza de esta especie exótica invasora durante esta temporada para contribuir al control de su población. Esta nueva orden fue aprobada la pasada semana por el Consejo Asesor de Caza y Pesca y publicada ayer en el Boletín Oficial de la Región de Murcia.

El arruí se incorpora a la relación de especies de caza mayor susceptibles de ser abatidas, por lo que se autoriza su caza en zonas delimitadas para evitar que las poblaciones de este animal se extiendan fuera de las mismas.

La orden anterior se basaba en la sentencia del Tribunal del Supremo que impedía la caza libre del arruí. La actual recoge la modificación que se aprobó en el Congreso y en el Senado con los votos de PP, Cs y PSOE, y que fue rechazada por ONG y científicos.

Según el último censo, la población de estos bóvidos es de un millar de ejemplares y habitan en los montes de Sierra Espuña y las sierras de la Muela de Alhama, la Tercia-Chichar y Cambrón-Madroño, principalmente.

La directora general de Medio Natural, Consuelo Rosauro, explicó que esta medida se enmarca en «el mandato que tiene el Gobierno regional para el control y posible erradicación de la especie fuera de las zonas delimitadas».

A partir de ahora, y hasta el próximo 17 de febrero, cuando concluye la temporada de caza, los titulares de los cotos deberán presentar una solicitud con la estimación de ejemplares y los que se van a abatir, explicó.

La próxima semana está previsto que se apruebe una resolución específica con las condiciones en las que se permitirá su caza.

Teniendo en cuenta el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) de Sierra Espuña, en este parque no debería haber más de 300 cabezas. La población de arruís en la Región llegó a superar los 3.000 ejemplares, pero se ha ido reduciendo tras la política de caza puesta en marcha hace seis años por la administración medioambiental autonómica.

Desde que se ha reducido su presencia, los pastizales de montaña en las cumbres de Sierra Espuña se han incrementado «como no lo hacían en 25 años», según fuentes ecologistas.