¿En qué momento estamos y qué perspectivas hay en inversión en fondos frente a otros productos (renta variable o bolsa, renta fija, planes de pensiones e inmobiliario) de cara a final de año y 2019, y por qué?

Estamos en un momento complejo de mercado, en una fase avanzada del ciclo económico aunque sin visos de que este vaya a descarrilar. Sin embargo, existen múltiples factores de incertidumbre que están penalizando la práctica totalidad de los activos financieros este año, ya sean de renta fija o de bolsa. Esos riesgos son de calado, desde la normalización monetaria en EE.UU. y su impacto sobre las condiciones financieras globales hasta la amenaza de guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo, sin olvidar la situación de Italia o las condiciones del Brexit en Europa.

Cuando invertimos, independientemente del vehículo elegido (fondo, plan, cartera) en BBVA siempre optamos por soluciones diversificadas, es decir, de combinación de distintos activos, que incluyen renta variable, renta fija, divisas...Se trata de soluciones de inversión, es decir, están orientadas al medio y largo plazo. Precisamente, porque no podemos saber qué hará el mercado de aquí a cierre de año o en los próximos meses. Lo que sí sabemos es que con este tipo de soluciones, flexibles para adaptarse a circunstancias cambiantes, podemos modular la exposición a los distintos activos de riesgo y a la vez permanecer invertidos para tratar de obtener resultados consistentes en el largo plazo.

Tras años de despegue sin límites de los fondos de inversión en los últimos meses ya se han producido bastantes retiradas de dinero ¿Por qué? ¿Hacia qué otros activos se va ese dinero? ¿Es una retirada esporádica o estructural? ¿Qué debe hacer el inversor en ese contexto?

Como decíamos antes, 2018 está siendo un año muy complicado. No sólo es el primero en muchos que vemos caer la renta fija, también está corrigiendo la bolsa. Por eso, no es de extrañar que la cautela se haya instalado en el sentimiento de los inversores, que han echado el freno. Esto es algo que siempre ocurre. El inversor no profesional tiende a moverse entre el miedo y la avaricia. Por eso, nuestra mejor recomendación es que mantenga la disciplina, es decir, que no venda mirando con el retrovisor lo ocurrido en el pasado reciente sino que sea paciente y respete su horizonte. Que mire hacia adelante y sopese si, de hecho, tiene la solución más adecuada a sus objetivos como inversor.

¿Qué es mejor para un inversor una cartera conservadora, equilibrada o agresiva? ¿Qué ventaja tiene un fondo de un banco frente al fondo de autor?

No hay un perfil mejor que otro. El perfil es del cliente y sólo hay uno bueno, el suyo. Respecto de la disyuntiva «fondo de un banco» frente a «fondo de autor», tampoco debería haber tal cosa. Detrás de uno y de otro tiene que existir un equipo y un proceso inversor sólido. Los llamados fondos de autor suelen tener asociado un nombre visible que inspira confianza por los resultados obtenidos en el pasado, algo que constituye un riesgo si ese gestor se marcha. Cuando existe un equipo bien armado, que trabaja con un proceso riguroso y objetivo, poco importa que uno de los integrantes decida marcharse. En ese sentido, BBVA AM siempre ha sido una gestora de procesos más que de personas.