Las empresas familiares han conseguido este año el mayor aumento en la creación de empleo y la inversión desde 2008. Esta es una de las principales conclusiones que establece el Barómetro que elabora la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum de la UMU y la Politécnica de Cartagena y la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur). Este sondeo revela que han mejorado los resultados de las empresas familiares, aunque a menor ritmo que en años precedentes.

El 42,5% de las empresas ha incrementado su plantilla, mientras que un 39,2% ha aumentado sus inversiones, a pesar de que el estudio constata, igualmente, que el ritmo de crecimiento de la economía es menor que el año anterior y augura que la desaceleración será más evidente en 2019, especialmente en el contexto nacional.

La cifra de negocios muestra un saldo positivo y la mitad de las empresas aumentaron sus ventas, aunque el Índice de Confianza desciende ligeramente.

En la presentación del Barómetro de Amefmur intervinieron José Luján y Alejandro Díaz, rectores de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena, respectivamente; Javier Celdrán, consejero de Empleo, Empresas y Medio Ambiente; Carlos Egea, presidente de la Fundación Cajamurcia; José María Tortosa, presidente de Amefmur; y Ángel Meroño, coordinador del estudio y director de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum.

A la hora de competir, las empresas familiares se centran, principalmente, en mejorar el servicio, la calidad y la atención al cliente. En segundo lugar buscan la eficiencia, aunque en 2018 se produce un descenso. En tercer lugar, aparece la diversificación, con una orientación creciente basada en nuevos mercados y sectores.

Otra de las conclusiones del Barómetro es que los objetivos empresariales siguen siendo más importantes que los familiares. Entre ellos, la reputación empresarial ocupa el primer lugar y la supervivencia el segundo. En cuanto al gobierno corporativo, desciende en ocho puntos la proporción de las empresas que se planean transmitir la gestión a la siguiente generación ante la incertidumbre económica. La presión competitiva (55%) se confirma como principal factor limitador durante 2018. Con un aumento de 15 puntos, la escasez de personal cualificado (31%) comienza a ser un problema para las empresas familiares.

Las cuestiones que más preocupan a las empresas de cara al próximo año son, en primer lugar, la estabilidad política, seguida de la estabilidad económica y, en tercer puesto, el papel del Estado. La principal variable interna de modelo de negocio es la ampliación de mercados, seguida de la mejora de la dimensión y la organización interna.