Elena Mª Esteban tiene 38 años y es una del medio millar de personas que ha conseguido una de las ayudas del Plann de Desarrollo Rural (PDR) para la incorporación de jóvenes al campo. Ella ha elegido la apicultura como actividad laboral y tiene 500 colmenas repartidas por toda la Región, especialmente en zonas del Noroeste y del Campo de Cartagena.

«No lo cambiaría por nada, aunque trabajo mucho más; pero es algo que haces para ti», indica, y explica que antes de poner en marcha esta empresa trabajaba por cuenta ajena (era responsable de calidad).

Ahora es su propia jefa, trabaja sola (con la ayuda ocasional de su marido) y vende lo que produce. De hecho, se la puede encontrar en el mercadillo navideño instalado en el céntrico Paseo Alfonso X de la capital murciana.

La máxima satisfacción, «mi recompensa», se produce cuando los clientes vuelven a comprar su miel, «porque les ha gustado».

Es una miel autóctona de la Región de Murcia, dice, cuya producción mima al extremo.

Elena empezó de cero, aunque en su familia había tradición colmenera. «La ayuda económica es básica para poner en marcha una empresa», comenta.

No duda en animar a las mujeres a que sigan sus pasos, aunque reconoce que no es un sector que figure en los planes laborales de los jóvenes de la Región, salvo que haya tradición familiar. El campo es duro.