La exdirectora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Encarna Molina, declaró ayer ante el juez que la obra de la tubería del Carmolí necesitaba evaluación de impacto ambiental (EIA), con lo que se ratifica en lo que declararon los técnicos de este departamento hace unas semanas.

Molina, que en la actualidad es subdirectora general de Medio Ambiente, ha sido citada recientemente por el titular del juzgado de instrucción número 2 de Murcia, Ángel Garrote, que investiga la denuncia del fiscal de Medio Ambiente y de Ecologistas en Acción, por presuntos delitos de prevaricación administrativa y contra la ordenación del territorio por daños en la Marina del Carmolí.

La Dirección General del Agua puso en marcha la obra en el verano de 2016, en plena crisis de la 'sopa verde' del Mar Menor. Se invirtió 1,7 millones de euros y nunca se utilizó. La subdirectora general explicó que la necesidad del informe de EIA se veía también justificada porque, tal y como estaba planteado el proyecto, era una de las alternativas que se incluían en el documento inicial para la EIA del 'vertido cero' al Mar Menor del Ministerio. «Aunque es posible que tras el informe la finalidad del proyecto pudiese ser modificada», dijo.