La Dirección General de Tráfico (DGT) pretende que los españoles que quieran sacarse cualquier tipo de permiso de conducir tengan una formación obligatoria teórica presencial de ocho horas.

Así se desprende del borrador del Real Decreto por el que se modifica el Reglamento General de Conductores, que contempla, entre otras cosas, cambios en el sistema de formación vial y de exámenes, tanto teóricos como prácticos, unas medidas que la DGT prevé que entren en vigor el 1 de julio del inminente 2019.

Según el documento, este curso versará sobre los colectivos vulnerables (ciclistas, motoristas y peatones), los factores de riesgo (velocidad, alcohol, drogas), distracciones al volante (utilización del teléfono móvil), uso de sistemas de seguridad (casco, cinturón, sillita de retención infantil) y normas de circulación.

Además, se tratarán los accidentes de tráfico como 'problema de salud pública', donde los aspirantes a conductores verán las consecuencias económicas, sociales y humanas de los siniestros viales. En este punto, se podrán incluir testimonios de víctimas de accidentes, que podrán ser presenciales o en formato vídeo.

Desde la Asociación Regional de Autoescuelas de Murcia (Aramur), su presidente, Enrique Lorca, valoró la medida y dijo que «la noticia no tendría que ser que los alumnos tengan que asistir a estos cursos, sino por qué no habían asistido antes».

Lorca recordó que «la gente se está matando en la carretera» y lamentó que hoy en día «hay gente que se está preparando para obtener el permiso de conducir solamente online», aunque «la mayoría va a las autoescuelas».

Puso el acento en la importancia de «instruir y concienciar» a los aspirantes a conductores para que, cuando se pongan al volante, estén aún más preparados. Y es que, pese a las campañas de la DGT y las cifras de víctimas mortales en carretera, «todavía hay mucha gente que no se pone el cinturón de seguridad», destacó Lorca, quien también habló de las «distracciones» al volante que se producen al mirar el teléfono.

El responsable de Aramur señaló que «más del 90% de los accidentes de tráfico son por un error humano», por lo que consideró que, «si el factor humano es importante», ha de incrementarse la preparación de los aspirantes a coger un coche.

A su juicio, el examen «no va a ser más difícil», sino que «va a ser más fácil», porque el alumno llegará a la prueba «con más conocimientos» que en el caso de «enfrentarse a solas al proceso de aprendizaje».

En cuanto al encarecimiento del precio, explicó que «puede que se incremente algo, pero los precios ya eran muy bajos».

Otra modificación que recoge el texto guarda relación con la calificación de las pruebas teóricas. Así, el tiempo para hacer el examen podría ampliarse al incluirse la posibilidad de incluir vídeos que acompañen a las preguntas y los errores cometidos no podrán exceder el 10% del total de preguntas formuladas. Actualmente este porcentaje es del 20%. A este respecto, Enrique Lorca manifestó que eso era un error del reglamento que ahora se va a «corregir», pero que, de facto, ya se estaba aplicando lo del 10%.

La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) desconvocaban el lunes por la tarde la huelga iniciada por la mañana para exigir mejoras salariales. El colectivo se quejaba de que el incremento retributivo que está aprobado en los Presupuestos 2018 —de unos 250 euros al mes— no se refleja aún en sus nóminas.

El sindicato decidía entonces aplazar los paros, que estaban previstos hasta el 21 de diciembre, a la espera de que se cumplan los pagos en el primer semestre de 2019. Si no se cumplen, a la huelga.