Se rompe la libre competencia. Esa es la denuncia que hacen los agricultores del limón ante la publicación semanal que hace la Consejería de Agricultura de los precios de este producto y que, dicen, los exportadores toman como referencia para las compras del producto.

«No son precios reales, y en muchos casos sabemos que reciben presiones para publicar unos y no otros», rechazan desde la organización agraria Coag, que añadieron que este sistema «beneficia claramente al sector exportador», dado que es el que utilizan los compradores para fijar los precios en el campo, «pese a que no guarda relación ninguna con la realidad».

«Y nos preguntamos, a cuántos agricultores llaman y a cuántos productores y exportadores».

Por ello, están a un paso de elevar al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia el procedimiento de fijación de precios de referencia utilizado por la Consejería.

El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) es un órgano jurisdiccional especial e independiente, sujeto a la superintendencia directiva, correccional y económica de la Corte Suprema, con competencia en todo el territorio.

Los agricultores se quejan también de que antes en estas estadísticas se tenía en cuenta tanto el precio de corte -que es el que paga por el limón que hay disponible en un momento concreto- como el toda la campaña, que suele ser más bajo. Ahora sólo se hace referencia al segundo.

«Siempre ha habido discrepancias con esta encuesta, pero es que cada vez va a más, y siempre perdemos los mismos», añaden en Coag, indicando que antes también se incluían modalidades de limón y rangos (en función de tamaños y calidad), pero que también se ha eliminado de la lista.

«Nos dijeron que iban a cambiar la encuesta, pero no lo han hecho, y como el 80 por ciento de los contratos que se firman se basan en estas estadísticas, vamos a ir a los tribunales», subrayaron.

«La Consejería no se debería prestar a ese juego de las presiones, y más teniendo en cuenta que este año los exportadores están vendiendo un 20% más caro el limón, mientras que lo compran un 20% más barato al agricultor, y esos son datos oficiales del Ministerio», concluyeron desde la organización agraria.

«No son finales»

El director general de Innovación, Producciones y Mercados Agroalimentarios, Fulgencio Pérez, negó la mayor. «La información contenida en el documento que elaboramos tiene un carácter exclusivamente orientativo, y de ningún modo posee carácter oficial, tal y como dejamos bien claro en el encabezamiento de la estadística», dijo.

Pérez añadió que los datos que se recogen tiene como único objetivo «orientar acerca de las cotizaciones más representativas» del producto. Por tanto, la Consejería «no se hace responsable de cualquier uso que se le pretenda dar, más allá del indicado como orientativo; no son oficiales», señaló.

Los precios se fijan cada semana tras hablar con cooperativas y organizaciones de productores, entre otros.

El director general reconoció que estas estadísticas, que se llevan elaborando desde hace años y que se envían al Ministerio de Agricultura, se está utilizando como precio oficial, pero «nosotros no podemos evitarlo».

Y comentó, por último, que «ahora los precios están bajando», por lo que «hay muchos nervios entre los agricultores».