«Es un sector estratégico y uno de los pilares de la economía regional». Con estas palabras defendió ayer el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca los 20 millones de euros que ha destinado en los presupuestos de 2019 a la industria agroalimentaria, casi 3 millones más que en el presente ejercicio.

Del Amor expuso ayer en la Asamblea Regional las cuentas que la Consejería va a gestionar el próximo año. Será un total de 170.454.953 euros, un 5,7 por ciento menos que en 2018, de los cuales 52.745.935 euros son fondos propios. El resto, son partidas que o bien se financian en exclusiva con fondos europeos (PAC y PDR) o bien son cofinanciados con la administración central. Solo el 30% son fondos propios.

El consejero apuntó que se han incluido en los presupuestos proyectos que comprenden desde la construcción de factorías hasta la mejora tecnológica de procesos, lanzamiento de nuevos productos, eficiencia energética y tratamiento de residuos.

«Eso es lo que nos están pidiendo quienes están dispuestos a liderar la transformación de nuestro sector agroalimentario», dijo.

El Gobierno regional reforzará en 2019 las inversiones en agua con 55 millones para garantizar los recursos hídricos a regantes y agricultores con proyectos en modernización e infraestructuras que ayuden en la gestión hídrica, para que la Región «se mantenga como líder mundial en aprovechamiento de agua». «El objetivo es dar certidumbre a los agricultores de la Región y mejorar su rentabilidad», dijo Del Amor. Se destinarán a tanques ambientales, balsas de captación de escorrentías, y la modernización de los regadíos.

Para seguir produciendo recursos hídricos, que se encargan de generar las 95 plantas depuradoras de la Región, se han apartado casi 37 millones de euros. Irán a la conservación y mejora de los tratamientos del agua residual, con la instalación de sistemas terciarios «para obtener un agua de mejor calidad». Se aportan 3 millones más para controlar los vertidos industriales y la explotación de las plantas. Además se congela el canon de saneamiento.

Casi 5 millones irán a actuaciones destinadas a la mejora de la calidad de las aguas del Mar Menor y a la sostenibilidad de la agricultura de regadío, porque «la agricultura del Campo de Cartagena es compatible con la conservación de la laguna». Se prevé: monitorizar todos los cauces y depuradoras del entorno de la laguna; tanques ambientales; una red de lisimetría para cuantificar el agua que drena el regadío; y balsas de escorrentías, para evitar arrastres y captar agua de lluvia para los regadíos.

El próximo año se dará «un gran impulso» a la ejecución de caminos rurales para conectar las explotaciones agrarias y ganaderas con las poblaciones. Se invertirán 8,5 millones de euros (el doble que en 2018). «Es fundamental mejorar este tipo de vías para frenar la despoblación rural».

Dentro de la difusión y control del Código de Buenas Prácticas Agrarias en las Zonas Vulnerables, como el Mar Menor, se destinan 100.000 euros al control del uso de fertilizantes en las fincas.