«Hasta que nos eche la Policía seguiremos aquí», aseguraba uno de los doce funcionarios de prisiones que han iniciado un encierro «indefinido» en la sede de la Delegación del Gobierno en Murcia para exigir al Ejecutivo nacional que se siente con los sindicatos y negocie las condiciones de trabajo del personal de las cárceles.

Esta docena de trabajadores, formada por delegados sindicales de los cuatro sindicatos de los funcionarios de prisiones (UGT, CC OO, CSIF y ACAIP), se instalaron ayer a primera hora de la mañana en las oficinas de la murciana avenida Alfonso X. Se trata de otro acto de protesta de estos trabajadores que, agrupados en la Plataforma Sindical de Prisiones en la Región de Murcia, continúan con su calendario de movilizaciones para visibilizar «el conflicto» de su «situación precaria» en las cárceles españolas y de la Región de Murcia, como así explicaba ayer la delegada de CSIF Prisiones en Campos del Río-Murcia II, Emilia Alcázar.

Tres de los encerrados han empezado además una huelga de hambre. «Sólo hay una fórmula para que de verdad se pongan serios y solucionen el problema, metiendo personal, dando formación y poniendo un salario justo, pues desde que empezó la crisis sólo tenemos pérdidas adquisitivas», lamentaba Fran Mauri, del sindicato ACAIP, en palabras recogidas por la Cadena Ser.

Los funcionarios de prisiones iniciaron sus protestas el pasado 23 de octubre con una huelga nacional. Reclaman una subida salarial, así como piden más personal y que se ponga «coto» a las agresiones que sufren en sus puestos de trabajo.

«Queremos trasladar a la opinión pública las condiciones en las que realizamos nuestro trabajo», explicaba Emilia Alcázar, en palabras citadas por CSIF en un comunicado de prensa. «El estrés que sufrimos, nuestros problemas de salud, la soledad y abandono en nuestro trabajo diario por la falta de personal provocan un desgaste físico y psíquico difícilmente asumible». ¿Su propósito? «Que la sociedad se dé cuenta de que somos un eje más de la seguridad del Estado y de que somos necesarios».