La Fiscalía General del Estado alertaba este mismo año, una vez más, sobre el «mal endémico» que, a su juicio, supone el aumento de las agresiones de hijos a padres, un asunto que, según los expertos, es solo la punta del iceberg, pues el Ministerio Público se refiere solo a los casos que llegan a los tribunales (4.665 en 2018, 300 más que el año anterior) de menores con edad penal, es decir, entre los 14 y los 17 años.

«Detrás hay muchos más niños y niñas con menos edad o de situaciones que no han llegado a judicializarse», apunta Sonsoles Bartolomé, que es la responsable del Departamento Jurídico del Teléfono ANAR, el servicio de la Fundación ANAR que atiende a niños y adolescentes con problemas de toda índole, así como a padres y familiares. Según esta experta, el también llamado 'síndrome del emperador', que presentan niños autoritarios y agresivos, comienza a edades tempranas y, en muchos casos, tiene remedio si los padres ponen en práctica, ayudados por profesionales, una serie de pautas para recobrar su autoridad.

La presidenta de Quiero Crecer, Concha López Soler, pide «que los padres entiendan que regular la impulsividad de esos menores es la mejor actitud». «Un niño que cree que tiene derecho a todo va a ser muy infeliz, porque no va a tenerlo todo. Esa regulación que se hace entre los dos y los cinco años es fundamental: aumentar su tolerancia a la frustración», asevera.