Las víctimas de violencia de género

La ley contempla medidas de sensibilización, prevención y detección e intervención en diferentes ámbitos como el sanitario, la publicidad y la educación. Puede parecer que la violencia de género en el ámbito de la pareja es propia de épocas anteriores, pero la realidad es que, efectivamente, las víctimas cada vez son más jóvenes. Los chicos y chicas empiezan a tener relaciones sentimentales antes, y, a veces, también hay una carencia en valores tales como el respeto a la dignidad de la mujer y la igualdad de hombres y mujeres. No sé si se puede hablar de 'fallo'; desde luego la sociedad debe tener conciencia de la importancia de adoptar medidas en este ámbito desde etapas de la infancia muy tempranas; pero no solo en los centros docentes, sino en las propias familias, puesto que la familia es uno de los primeros espacios de resocialización de los seres humanos.

¿Hasta qué punto influye el auge de las redes sociales a la hora de que estos jóvenes comiencen a controlar a sus parejas, en actitudes que van cada vez a más?

Actualmente, la mayoría de nuestros jóvenes construyen sus relaciones a través de las redes sociales. La mayor parte de los delitos de violencia de género entre jóvenes se producen en Internet, no solo por permitir el control de la pareja; también se usa la red para causar daño o amenazar con causarlo a la pareja o ex pareja, cuando la relación se termina, publicando informaciones íntima o simplemente insultando o difamando. Los padres tenemos miedo de lo que le pueda pasar a nuestros hijos en la calle, pero nos despreocupamos cuando están con su móvil, tablet u ordenador en su habitación, y pueden estar expuestos a peligros mayores. Tan importante es la educación en valores de igualdad o respeto como en el uso de las redes sociales. Los efectos de los delitos cometidos a través de Internet se multiplican potencialmente. Pienso que no somos conscientes de la potencialidad dañina que puede tener un móvil, tablet u ordenador: sin control, puede ser tan peligroso como cualquier arma, cuanto más en manos de un adolescente.

Es raro el día que últimamente, en esta Región, no hay noticias sobre agresiones sexuales, muchas de ellas a mujeres por parte de sus parejas o sus exparejas. ¿Hay más ataques a mujeres ahora o solo es que se denuncian más?

El número de denuncias en materia de violencia de género ha aumentado en los últimos años. No creo que sea tanto porque haya más violencia como porque cada vez hay más concienciación y sensibilización por parte de la sociedad, en general, y por las mujeres, en particular. No hace demasiado tiempo, existía la creencia de que una agresión sexual en el ámbito de la pareja no era tal: hoy existe una clara conciencia de que una agresión sexual es tan reprochable criminalmente en el ámbito de la propia pareja o ex pareja como cuando la misma se produce por un desconocido, lo que se protege, en todos los casos, es la libertad e indemnidad sexual de las mujeres.

A raíz de la sentencia de La Manada

Los Jueces aplicamos las leyes, no las creamos. Estamos sometidos al imperio de la ley. Por supuesto nos podemos equivocar, pero el propio sistema permite corregir estos fallos mediante recursos a las resoluciones judiciales. La sentencia que citas, ha evidenciado que la actual regulación de los delitos contra la libertad sexual en el Código Penal no responde a las sensibilidades de la sociedad. Es el legislador quien, si así lo estima, debe modificar la ley para adecuarla a las reclamaciones de la sociedad actual.

In dubio pro reo. En bastantes sentencias absolutorias por violencia de género o agresión sexual se aplica esta figura jurídica y se acaba dejando libre al acusado, porque no hay forma de demostrar su culpabilidad. ¿Es posible que estén quedando en libertad verdaderos maltratadores y violadores? ¿Qué se puede hacer contra esto?

Este tipo de delitos se suele producir en la intimidad, y, en ocasiones, son difíciles de probar. En nuestro sistema rige el principio de presunción de inocencia, contemplado como derecho fundamental por la Constitución. Por lo que la inexistencia de actividad probatoria o su insuficiencia, hasta el punto de que se planteen dudas racionales sobre cualquier elemento subjetivo u objetivo del delito (principio in dubio pro reo), puede llevar a la absolución. Sin embargo, la propia declaración de la víctima, cuando reúne determinados requisitos, puede ser suficiente prueba para destruir la presunción de inocencia y dar lugar a una sentencia condenatoria. Creo que debemos plantearnos si, en estos casos, las víctimas deben de poder acogerse a su derecho a no declarar o no, y poner sobre la mesa una posible reforma legislativa en este sentido.

La Fiscalía Superior de la Región, en su Memoria de los dos últimos años, alertaba de que muchas víctimas de malos tratos acaban retirando la denuncia, una vez se ve judicializado el asunto. Ponía el acento el fiscal en la necesidad de modificar la ley para que estos casos no queden impunes. ¿Estaría usted de acuerdo con cambiar la norma? De ser así, ¿cómo habría de ser?

Se ha abierto un debate entre los expertos sobre una modificación de la norma en el sentido de que la víctima no pudiera acogerse a su derecho a no declarar en este tipo de delitos, para impedir su impunidad. Hay cierta contradicción en considerar que este tipo de delitos exceden del ámbito privado y, por tanto, pueden ser perseguidos de oficio y, sin embargo, permitir que la víctima amparándose en la norma pueda retirar la denuncia fundándose en el criterio de respeto a la 'paz familiar', máxime cuando una víctima de violencia de género suele tener dependencia emocional y económica respecto del agresor, miedo e incluso cierto sentimiento de culpabilidad, que en muchos casos la lleva a denunciar solo 'si a él no le pasa nada'.

¿Cree que servirá para algo el Pacto de Estado contra la Violencia de Género o quedará en papel mojado y promesas políticas?

Ha permitido que las principales fuerzas políticas de este país aúnen esfuerzos y criterios en la lucha contra la violencia de género. Pero queda un largo camino por recorrer, ya que muchas de estas medidas exigen reformas legislativas y, sobre todo, un esfuerzo económico importante. Sinceramente, espero que no quede en papel mojado.

Jueces y fiscales de toda España, también de la Región, iban el pasado lunes a la huelga ante la carencia de medios, personales y materiales, y la falta de respuestas por parte del Ejecutivo. Esta escasez de medios que llevan tanto tiempo denunciando, ¿afecta a la hora de atender en la Región de Murcia a las víctimas de violencia de género?

Los jueces y fiscales de toda España, hasta un total de siete asociaciones, reclamamos, entre otras cosas, una Justicia de calidad, exactamente lo que se merece un Estado de Derecho. Y, para ello, es preciso que se dote de medios personales y materiales suficientes. Reclamamos la creación de juzgados, nuevas plazas de jueces y fiscales, y mejores medios materiales. Una justicia lenta no es justicia. Sin duda, la escasez de medios afecta también en la persecución y enjuiciamiento de estos delitos. Deberían, por ejemplo, existir juzgados de Violencia de Guardia, para atender a la víctima, en un órgano especializado también por las tardes y los fines de semana. Sin embargo, creo que es muy importante destacar el esfuerzo humano que realizan en el día a día los funcionarios que trabajan en los Juzgados de Violencia de Género, trabajando horas extras y demostrando una sensibilidad muy importante con las víctimas que denuncian en estos juzgados.

En muchos de los crímenes de violencia machista trasciende luego que la víctima había denunciado a su agresor. Lo hizo Rosa, la joven asesinada en Cartagena por su ex, que vino de Málaga para matarla. Y, más recientemente, Sacramento, la mujer apuñalada en un centro comercial de Palma, también por su ex. ¿Pueden llegar a pensar las mujeres que denunciar no les garantiza nada? ¿O hasta llegar a desconfiar de la Policía?

No podemos transmitir este mensaje a las mujeres, sino todo lo contrario. La realidad es que se puede salir y dejar de ser víctima; y el mensaje debe ser que pida ayuda, para que se pongan en marcha todos los recursos disponibles. Es muy importante en la protección de la víctima que ella misma se reconozca como víctima. Y, en cualquier caso, no hay que olvidar que la violencia de género se combate desde la educación y son necesarias políticas de igualdad de género: sólo cuando esto no es eficaz, es cuando entran en juego los tribunales, y nuestro papel es de represión. Por desgracia, en el momento que el sistema judicial entra en juego, el daño, ya está hecho.

Por el tratamiento a los maltratadores condenados

Por el tratamiento a los maltratadores condenadosPrevenir mediante la educación, y evitar que se repitan conductas que ya han sido penadas. Es el objetivo en la lucha contra la lacra de la violencia machista, que se ha cobrado las vidas de más de 40 mujeres en España en lo que va de 2018, una de ellas en la Región de Murcia la pasada primavera.

Muchos de los delitos de violencia se producen cuando la mujer quiere divorciarse. ¿Sigue dentro de muchos hombres esa actitud machista y repugnante del 'la maté porque era mía'?

Los delitos de violencia de genero son producto del machismo, de la cosificación de la mujer. Una expresión muy típica es la de «o eres para mí o no eres para nadie». Creo que solo con Educación, con mayúsculas, puede evitarse que las nuevas generaciones reproduzcan estereotipos machistas. Mediante la educación, y también mediante el tratamiento a los maltratadores ya condenados. Solo así evitaremos que cuando cumpla su condena pueda buscar nuevas víctimas.

A lo largo de su carrera como titular del Juzgado de Violencia de Género, ¿cuál es el caso que más le ha marcado y que no olvida?

Llevo en este juzgado más de once años, y es difícil quedarme con un solo caso. Sin duda, los que más afectan son aquellos en los que no hemos podido llegar a tiempo, o cuando hay víctimas menores, o cuando ves cómo mujeres jóvenes e, incluso, con alta formación 'normalizan' la violencia en sus relaciones.

El 25-N es un día para celebrar a las supervivientes, para recordar a las que ya no están y para reivindicar qué medios son imprescindibles en la lucha contra esta lacra. ¿Qué mensaje quiere potenciar usted en esta efeméride?

Esta efeméride nos recuerda que todavía no hemos sido capaces como sociedad de eliminar esta lacra social. Ojalá algún día lo que celebremos es precisamente su eliminación. Este día debemos lanzar un mensaje positivo, debemos mostrar a las mujeres que no están solas, y que si piden ayuda pueden salir de la violencia.

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