El Partido Popular (PP) ganaría las elecciones autonómicas en la Región de Murcia si hoy se celebraran los comicios, pero su representación parlamentaria se desplomaría ya que pasaría de los 22 escaños que cosechó en el año 2015 a 13 diputados, según revela la encuesta elaborada por el instituto de investigación Celeste-Tel. El Partido Socialista (PSOE) conseguiría los mismos parlamentarios regionales que el PP, si bien los socialistas obtendrían menos votos y quedarían como segunda fuerza. Ciudadanos lograría 10 diputados, mientras que Podemos tendría 4 escaños e Izquierda Unida-Verdes volvería a la Asamblea Regional, con 3. Vox entraría por primera vez en el parlamento regional con 2 representantes, mientras que el partido Somos Región se quedaría fuera de la Cámara autonómica. La abstención, además, crecería, y pasaría del 36,4% al 38%.

Así lo refleja el sondeo realizado por Celeste-Tel por un encargo de Izquierda Unida-Verdes, y al que ha tenido acceso esta Redacción. La encuesta, que tiene un error muestral de un +/- 3,54%, ha preguntado la intención de voto de 800 electores de la Región de Murcia desde el 17 de octubre al 4 de noviembre. Las elecciones autonómicas y municipales, previstas para el 26 de mayo de 2019, contarán con la novedad de la reforma electoral, que reduce las cinco circunscripciones a una sola y disminuye el umbral para entrar en la Asamblea del 5% al 3%, lo que posibilita la irrupción de más grupos en la Cámara.

La formación que encabeza Fernando López Miras se mantendría como la lista más votada gracias a que son la fuerza más respaldada entre los votantes mayores de 44 años. Sin embargo, es la candidatura que sufriría el mayor retroceso electoral. Se dejaría el 11% de los votos, al rebajarse su electorado en 70.811 papeletas (de 239.011 de 2015 a los 168.200 que indica la encuesta).

Con estos resultados, los populares, que gobiernan la Región desde el año 1995, quedarían a merced de Ciudadanos para intentar revalidar el Ejecutivo autonómico. Ambos partidos sumarían los diputados suficientes para formar un gobierno, cuya mayoría absoluta en la Cámara regional se sitúa en 23 escaños. Este marco obligaría al PP a negociar con la formación que lidera Miguel Sánchez.

Durante esta legislatura, Ciudadanos, aunque se ha situado en la oposición, alcanzó dos acuerdos de investidura con el Ejecutivo popular (primero con Pedro Antonio Sánchez y después, tras la dimisión de éste, con Fernando López Miras). Igualmente ambas formaciones han sacado juntos tres Presupuestos de la Comunidad y han pactado las últimas cuentas.

Si el PP es el que más pierde, Ciudadanos sería el que más crece. Sus votos aumentarían un 7%, con 43.327 electores que se añadirían a los 80.459 de 2015, y pasaría de 4 a 10 escaños. Sobrepasaría a Podemos y se situaría como tercer grupo parlamentario.

El escenario coloca a las izquierdas a tres diputados de la mayoría, ya que la suma de PSOE, Podemos e Izquierda Unida-Verdes se quedaría en 20 diputados. En el caso del partido que lidera Óscar Urralburu se dejaría dos escaños con respecto a 2015. No obstante, la formación morada alcanzaría un diputado más y se asentaría con 7 si une sus fuerzas con Izquierda Unida-Verdes, tal y como tienen previsto tras el acuerdo de confluencia al que llegaron sus direcciones estatales para las elecciones europeas, autonómicas y municipales de 2019.

El PSOE mejoraría levemente con respecto a 2015, el año en el que registró el segundo peor resultado de su historia. Los socialistas crecerían un 1,6%, al pasar de 153.231 apoyos en 2015 a 161.854. La fecha de la encuesta ha coincidido precisamente con un gobierno del PSOE en La Moncloa y con un delegado socialista en la Región, el actual secretario general y candidato a la Presidencia, Diego Conesa. De hecho, el PSOE sería la lista más apoyada por los menores de 45 de años.

Con esta tesitura, el Partido Socialista podría intentar un acuerdo con la formación naranja, en el caso de que no prospere su alianza con el PP. En Andalucía, Ciudadanos llegó en 2015 a un pacto de investidura con los socialistas. Y en 2016, los líderes nacionales de ambos partidos, Pedro Sánchez y Albert Rivera, firmaron un pacto que finalmente no se materializó. No obstante, la coyuntura ha cambiado entre ambas formaciones, que se encuentran más distanciadas; como prueba de ello es la ruptura del pacto de Andalucía que ha abocado a la convocatoria de elecciones en la comunidad vecina.