La predicción se ha cumplido y las lluvias no van a abandonar la Región de Murcia en los próximos días, y pasarán de ser intermitentes este fin de semana a más intensas y generalizadas el lunes, día en el que, además, se prevé que bajen las temperaturas a máximas propias del invierno.

El portavoz de la delegación territorial de Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Murcia, Luis Bañón, explicó ayer que a partir del lunes las máximas caerán cuatro grados y no sobrepasarán los 16ºC, por lo que la sensación térmica será de frío.

La mañana de hoy será un poco más tranquila y por la tarde podrían regresar los chubascos. Será un día, en general, con bastante nubosidad y nubes bajas. El domingo se podría escapar algún chubasco, aunque será en la madrugada del lunes cuando se aproxime una dana que se desgajará de 'Carlos', una borrasca de grandes dimensiones que afecta a Portugal. Esta dana llegará a la Región y reactivará las precipitaciones, que serán generalizadas con cielos encapotados que harán caer las temperaturas máximas.

El resto de la próxima semana se mantendrán las temperaturas frescas y hacia la segunda mitad podría volver a cambiar el tiempo.

Si el jueves las precipitaciones afectaron sobre todo al litoral, al Campo de Cartagena y al Valle del Guadalentín, ayer fueron las zonas de las Vegas Media y Alta del Segura, del Valle de Ricote donde se concentraron las lluvias más intensas y donde se recogieron mayores cantidades de litros/metro cuadrado. Según el Saih de la Confederación Hidrográfica del Segura, a las 20 horas de ayer donde más agua se había acumulado fue Cieza (71 l/m2), Ricote (58,9 l/m2), Mula (39,6 l/m2), Cehegín (35,5 l/m2), Calasparra (34 l/m2) y Ojós (33,4 l/m2), entre otros.

En Murcia, las tormentas provocaron las inundacion de varias ramblas, que hicieron impracticables calles y vías públicas, y anegaron colegios, como en la pedanía de Llano de Brujas, donde hubo que suspender las clases.

En la Vega Alta la tormenta que cayó en Cieza causó arrastres en diferentes carreteras, sobre todo en el paraje de El Búho, donde la nacional 301 tuvo que ser cortada al tráfico a la altura de Neumáticos Pedro. También se tuvo que actuar en la carretera B-19, que une Cieza con Calasparra, así como en las vías que unen la Nacional 301 con la pedanía la Hoya del Campo de Abarán.

En Blanca, la rambla de San Roque salió y derribó un muro junto a la gasolinera que hay en el barrio del Café, mientras que los empleados del mantenimiento de la Dirección General de Carreteras tuvieron que emplearse a fondo para limpiar de obstáculos la vía RM 520, que une Cieza con Archena. En el Solvente, cerca de Ojós, cayeron piedras de grandes dimensiones sobre la carretera.

Los Alcázares y San Javier

Y tras el susto del jueves, el portavoz y candidato del PSOE de Los Alcázares, Mario Cervera, denunció que «no se ha tomado ni una sola medida destinada a evitar futuras inundaciones» en la localidad. Y se preguntó «cuántos sustos nos tendremos que llevar los alcazareños para que se tomen medidas contra las inundaciones».

En este senido, Cervera apuntó que las calles se veían anegadas por el agua procedente del desbordamiento de la Rambla de la Maraña, al igual que ocurrió en diciembre de 2016.

El alcalde de San Javier, otra de las localidades marmeronenses que más sufren en caso de lluvias torrenciales, José Miguel Luengo, reclamó a las administraciones regional y estatal la declaración de emergencia de las obras que permitan actuar en la zona de origen de las ramblas de Cobatillas y La Maraña mediante una laminación de aguas que reduzcan la velocidad con la que descargan el agua a su paso por el municipio hacia el Mar Menor.