El Gobierno de España ha trasladado este jueves su protesta oficial a las autoridades de Francia por la decisión de cerrar la frontera en Irún, a raíz de una huelga de transportistas galos. La decisión produjo retenciones de 14 kilómetros y dificultó la circulación entre países y mantuvo atrapados a cientos de camioneros murcianos. En una nota, el Ministerio de Asuntos Exteriores anuncia que ha trasladado oficialmente su protesta a Francia, e insta a las autoridades galas a que adopten «todas las medidas oportunas para garantizar con total seguridad la libre circulación de mercancías».