La Región de Murcia, al igual que el resto de Europa, observa expectante al Reino Unido, preso de las turbulencias políticas tras su último paso hacia la formalización del divorcio con la Unión Europea. El preacuerdo que firmaba la premier, Theresa May, con Bruselas para la retirada del Reino Unido de la UE ha dejado un Ejecutivo británico dividido, con cuatro ministros dimitidos. Esta crisis en Downing Street entorpece el camino hacia el último escollo, el Parlamento, que debe ratificar este principio de acuerdo técnico, y salpica a la libra, que ha vivido una semana de fluctuaciones. Y si la moneda se ve afectada, el bolsillo inglés puede resentirse en sectores clave para la Región, como es el turismo.
De momento, el sector turístico murciano se mueve entre la cautela y la tranquilidad. Menos confiada se muestra Hostetur (la Asociación de Hosteleros de Costa Cálida), cuya presidenta, Soledad Díaz, no ve motivos para el optimismo, mientras que en Hostecar (la Asociación de Empresarios de Hostelería y Alojamientos Turísticos de Cartagena y su Comarca) confían en que el proceso de salida del Reino Unido apenas tenga repercusión en el turismo regional. Y desde la Comunidad recalcan el esfuerzo del Instituto de Turismo para apaciguar los efectos del Brexit y destacan el trabajo para reducir la dependencia del mercado británico.
La Región ha notado este año por primera vez los efectos el Brexit, con un caída del 2,6% de los viajeros británicos, según citan fuentes regionales. «Nos preocupa que baje la llegada de turistas británicos», lamenta la presidenta de Hostetur, quien añade que esta caída también se da en el resto del país (los viajeros del Reino Unido han descendido un 3%). «Y también nos preocupa la manera en que afecta el Brexit al poder adquisitivo de los británicos», asevera Díaz, quien recuerda que «hace un año y medio ya hubo una bajada de la libra y repercutió en el poder de consumo del pueblo británico».
Desde la Comunidad defienden que «como contrapunto» a este descenso de la llegada de turistas del Reino Unido a la Región, se está generando una demanda «más diversificada», que pasa por dar «un menor protagonismo» del mercado británico y buscar «nuevos perfiles de mayor estancia y gasto».
De hecho, el peso del mercado británico ha pasado de una cuota del 53% en 2015 a ocupar el 42% en 2017. El Reino Unido, aun así, continúa siendo el principal país emisor de turismo extranjero hacia la Región al tiempo que «se ha generado un fuerte impulso de la demanda de otros mercados», explican desde el Instituto de Turismo. Así, el auge del turismo internacional en Murcia está encabezado ahora por Francia (con un crecimiento del 15,4%), Irlanda (+11,4%) y Países Bajos (+9,3%).
Hostecar considera que hasta ahora el Brexit ha pasado de puntillas. «No nos ha afectado de momento y esperamos que siga igual», señala el presidente de la asociación Juan José López. «Gran parte del turismo británico está muy instalado en España. Eso es un punto a favor para que siga creciendo, y sigan consumiendo en la Región», comenta.
La importancia de Corvera
Otro factor importante es el tráfico aéreo. La Región cuenta con nueve rutas aéreas directas con Reino Unido a través de tres compañías. La Comunidad espera que la puesta en marcha del Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia sirva como «revulsivo para impulsar las negociaciones con operadores».
Con todo, Murcia presenta cifras de récord en el turismo. En 2017, la Región rozó el millón de turistas en 2017, con un crecimiento del 7,6% con respecto a 2016. Es decir, 418.440 de los 997.619 viajeros que llegaron eran británicos.
Desde el Instituto de Turismo apuntan que se han puesto en marcha acciones para paliar los efectos del Brexit. De ahí la presencia de la Región en citas importantes de la industria turística como la World Travel Market (WTM), la ITB de Berlín y Fitur en Madrid.
Otras medidas son las alianzas con operadores que prevén la llegada a la Región de 14.000 nuevos turistas británicos en 2018. O también la apuesta por el golf, que asegurarán la llegada de 1.000 golfistas y 5.300 pernoctaciones en las temporadas de primavera y otoño. Mientras se dirime el proceso del Brexit, la Región ya está en guardia.
«Si se ratifica el acuerdo, nada cambiaría hasta finales de 2020»
Al igual que el turismo, sectores como el comercio también se encuentran vigilantes ante el devenir del Brexit. «La primera valoración del principio de acuerdo alcanzado entre el Reino Unido y la Unión Europea es positiva», afirmaba a este diario el consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, quien considera que el texto -de más de 500 páginas- «consigue defender los intereses de las empresas y de los ciudadanos de la Región y de España». Celdrán, no obstante, muestra su prudencia a la espera de que el preacuerdo sea ratificado por el Parlamento británico. Si sale adelante -explica el consejero-se abriría un periodo transitorio entre el divorcio, cuya fecha marcada es el 29 de marzo de 2019, hasta diciembre de 2020. «En ese plazo de casi dos años no entraría en vigor ningún cambio que afecte al tráfico de mercancías, por lo que las empresas pueden estar tranquilas», asegura, detallando que durante ese periodo se negociaría el nuevo marco comercial entre Reino Unido y la UE, que se implantaría en enero de 2021.
El consejero añade que están preparando una treintena de medidas en el Comité Carm-Brexit, creado hace dos años para informar sobre la negociación a los murcianos y para que la ruptura tenga la menor incidencia en la Región. La última iniciativa es una herramienta de autodiagnóstico avanzado para que las empresas murcianas que exportan a Reino Unido evalúen los riesgos ante el Brexit y puedan implantar un plan de contingencias. Otra medida es el Cheque Brexit, una ayuda para contratar servicios de consultoría especializada.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Murcia muestra su preocupación por el efecto del Brexit en la Región y señala que, tras llevar a cabo el acuerdo alcanzado, es necesario «contar con un plazo transitorio de 21 meses para que todas las partes afectadas nos adaptemos a la nueva situación de forma más planificada en cuanto a procedimientos, medios materiales y humanos que necesariamente conllevará el cese de la pertenencia del Reino Unido en la UE». Y la institución pone un ejemplo: «Para el sector agroalimentario murciano habría que prever mayores plazos de envío debido a la posibilidad de controles físicos en frontera».
