La Región de Murcia ha superado ya la marca de contratos indefinidos formalizados en todo el 2017. Si el año pasado se cerró con un total de 68.252 contratos de este tipo, a la finalización de octubre de 2018 se contabilizan ya 77.190, lo que supone 8.938 contratos indefinidos más.

En el periodo comprendido entre enero y octubre, la Región acumula un 33,7 por ciento más de vínculos laborales de este tipo con respecto a los formalizados en el mismo tramo de 2017, y, por el contrario, esa tendencia no se ha reproducido en los contratos temporales. De hecho, el aumento en los contratos temporales es prácticamente insignificante en estos diez meses, de apenas el 0,49 por ciento.

Durante la recuperación económica se ha producido un continuo incremento de estos contratos con respecto al año anterior, si bien el aumento de 2018 es el mayor. Así, en 2013 el número de contratos fijos que se firmaron fueron 40.686; en 2014, 48.530; en 2015, 54.397; en 2016, 62.354, y finalmente 68.252 en 2017. El dato actual de contratos indefinidos hace prever que 2018 concluirá con una cifra total que estará por encima de los 90.000.

La directora general del SEF, Severa González, destacó que «se ha consolidado una tendencia en la Región de Murcia: los contratos indefinidos crecen a un ritmo muy importante, y los temporales se han estancado. Ni en las mejores previsiones esperábamos un repunte tan intenso de la contratación estable en la Región, que se une a una subida continuada de los afiliados a la Seguridad Social».

Este crecimiento de la estabilidad en el empleo también se refleja en la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre del año, que pone de manifiesto que dos de cada tres asalariados de la Región cuentan actualmente con un contrato indefinido. En concreto, la proporción de este colectivo ha aumenta hasta el 66,1 por ciento, frente al 65,6 por ciento que se registraba a la conclusión del segundo trimestre.

Por su parte, la temporalidad se sitúa actualmente en el 33,9 por ciento, es decir, diez puntos por debajo del índice vigente en el periodo inmediatamente anterior al inicio de la crisis económica, que era del 43,9% a mediados de 2006.