Santiago Abascal asegura que la fuerza de Vox se encuentra «en la claridad» de su mensaje para hacer frente «a la dictadura de la corrección política de la izquierda». El partido que preside vive su mejor momento. «Hemos conectado porque decimos lo que dice la gente en su casa con su familia y con sus amigos», afirma. Y Murcia, agrega, está a la cabeza del apoyo en todo el país. «Lo hemos notado desde el principio». Por eso está convencido de que el Hotel Nelva tendrá hoy «una asistencia masiva».

¿Por qué Murcia es uno de los lugares donde más cala Vox?

Murcia nunca se ha dejado llevar por las veleidades separatistas ni regionalistas. Tiene gente muy vinculada al proyecto común de España, que siente un gran orgullo por ser españoles. Y eso tiene que ver con el alcance de Vox en Murcia, que a su vez se produce en toda España por la extraordinaria claridad de nuestro discurso.

Hacen un diagnóstico de los problemas sin territorializar, ¿cómo se aplica la misma receta para toda España?

Nuestra fuerza está en que los españoles han de tener los mismos derechos y las mismas libertades en todo el territorio nacional y que el Estado de las Autonomías ha acabado con la igualdad esencial entre los españoles. Por eso Vox defiende el plan hidrológico nacional en Murcia, pero también lo defiende en Zaragoza. Vox critica el concierto económico vasco en La Rioja pero también lo critica en Bilbao. Vox se opone al Estado de las Autonomías en Madrid, pero también se opone en Lérida. Los españoles agradecen que un partido diga siempre lo mismo en toda España.

Un gran problema en Murcia es el agua. ¿Es partidario de la interconexión entre cuencas?

Más allá de las respuestas técnicas para solucionar el problema del agua, tenemos claro que no puede sobrar agua en unos sitios y faltar en otros. El agua que hay en España es de todos los españoles y tiene que haber una política hidrológica nacional que resuelva este problema. No puede faltar agua en grandes zonas, como el Levante, Murcia, Almería; es una actividad económica esencial para miles y miles de familias. Hay que poner en la mesa todas las medidas necesarias.

¿Está al tanto de lo que pasa con el AVE en Murcia?

No queremos alentar el victimismo de las regiones como han hecho otros, pero sí decimos que el Estado de las Autonomías ha tenido una consecuencia: han sido premiadas aquellas regiones gobernadas por los separatistas y que se han portado con mayor deslealtad a España. Y aquellas regiones más leales al proyecto común, como Murcia y Extremadura, han sido castigadas. Por eso tiene que haber una política nacional que recupere competencias de las autonomías y que planifique de una manera ordenada todas las prestaciones públicas en materia educativa, sanitaria y en ordenación del territorio. Murcia es una gran pagana del Estado de las Autonomías.

Unas autonomías que quieren derogar.

La propuesta exige una reforma constitucional pero no queremos ocultar cuál es nuestro modelo de Estado ideal, que es unitario con un único parlamento y con un único gobierno. Mientras tanto vamos a poner encima de la mesa la recuperación de competencias por parte del Estado en Educación, Sanidad, Justicia e Interior.

Defienden que la inmigración es un problema.

La inmigración ilegal siempre es un problema. No nos oponemos a la inmigración, que es un hecho natural y humano que no va a desparecer nunca. Lo que decimos es que los Estados tienen la obligación de regular la inmigración en función de criterios. Y nuestros criterios son la economía nacional, en un momento en el que hay españoles en paro y españoles a los que se pueden saltar las ayudas sociales. Es una verdadera locura estar llamando a la inmigración ilegal y hacer un efecto llamada como ha hecho el presidente del Gobierno. Otro criterio es la capacidad de adaptación de los inmigrantes, que suele tener que ver con la cultura del país de procedencia. No es lo mismo la inmigración procedente de los países hispanoamericanos que la inmigración procedente del Magreb, de los países islámicos. Nuestra propuesta es que las fronteras se abran a criterios de los que están dentro.

¿Por qué no es lo mismo un inmigrante hispanoamericano que otro procedente del Magreb?

Porque un inmigrante de Hispanoamérica comparte una misma lengua o una parecida cultura y uno del Magreb no comparte la misma lengua y en muchos casos, no en todos, no comparten los mismo valores. Hay gente que no está dispuesta a integrarse. Queremos que quienes vengan a vivir entre nosotros estén dispuestos a integrarse. No queremos que España se convierta en el centro o en el norte de Europa, donde la inmigración islámica ha convertido muchos barrios en ‘zonas no go’, donde no pueden entrar los europeos ni la Policía. España aún está lejos de esos problemas, pero queremos alertar y no queremos llegar a esa situación.

¿Por qué quieren derogar la Ley de Violencia de Género?

La ley no sólo no cumple con su función de impedir la violencia contra la mujer, sino que no combate otro tipo de violencia y además conduce a la presentación de denuncias falsas. Yo tengo dos hijos y dos hijas. Quiero una ley que proteja a mis dos hijas de la violencia de cualquier hombre pero también quiero una ley que proteja a mis dos hijos de una hipotética denuncia falsa. La actual ley ha convertido en sospechosa a la mitad de la población al calor de planteamientos políticos como el de la alcaldesa de Madrid, que dice que la violencia está incardinada en el ADN de la masculinidad.

¿Son un partido de ultraderecha?

No, no lo somos, pero no nos importa que los de ultraizquierda nos llamen lo que quieran. No perdemos ni un solo minuto en justificarnos ante los que levantan el puño, cantan La Internacional y quieren convertir a España en Venezuela.