La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de lo Penal que condenó a 8 años de prisión a un hombre por otros tantos delitos de malos tratos de los que fueron víctimas durante años su pareja y el hijo de esta, de 9 años, al que llegó a orinar y quemarle una oreja.

El juzgado declaró probado que una vez, al observar unos agujeros en la pared de la casa, el padrastro se enfadó de tal manera que golpeó al menor hasta hacerle perder el conocimiento y que en otra ocasión le rompió las gafas de un puñetazo.

Lo sometía también a vejaciones, como llamarlo "subnormal".

A la mujer, que se no se atrevía a denunciarlo por miedo a represalias, la despreciaba y vejaba "de forma reiterada con expresiones insultantes, empujones y golpes".

En una ocasión, tras reprocharle que el niño hubiera tocado su teléfono móvil, la lanzó contra la cama y la golpeó en diversas partes del cuerpo, y en otra, cuando regresaban del hospital de un control ginecológico, ya que se encontraba embarazada, le dio un puñetazo en un ojo.

Como consecuencia del trato sufrido, la mujer padece un trastorno distímico y el menor tuvo que ser ingresado en una unidad hospitalaria de psiquiatría durante dos semanas con "trastorno neurótico y estrés postraumático".

La condena se concretó en ocho años y cuatro meses de cárcel por un delito de malos tratos habituales y siete de maltrato, así como indemnizaciones por 8.500 euros en total para las víctimas.

Tampoco podrá acercarse a menos de 300 metros del lugar en que se encuentren su pareja y el hijastro durante varios años.