La tasa de obesidad se ha duplicado en los últimos 25 años. De representar el 10 por ciento de la población española ha pasado a ser casi el 25 por ciento; un porcentaje que hace al sistema sanitario enfrentarse a problemas que hasta hace unos años eran insignificantes y que cada vez copan más las consultas y quirófanos de los hospitales de la Región de Murcia.

Actualmente hay en la Comunidad un total de 129 pacientes con obesidad mórbida a la espera de entrar al quirófano con la esperanza puesta en que baje el peso que aparece cuando se suben a la báscula, una situación que suele conllevar otros problemas de salud que pueden empeorar su calidad de vida y pasarles factura en el día a día. El centro que más pacientes tiene de este tipo es el Hospital Virgen de la Arrixaca (Área I), con un total de 85 a la espera de ser operados, según los datos actualizados a mes de septiembre por la Consejería de Salud de la Comunidad Autónoma.

Además de ser el hospital de referencia regional, la Arrixaca también está a la cabeza porque recibe a los pacientes derivados desde Lorca (Área III). Al centro de El Palmar le sigue el Área VI (Morales Meseguer) con 23; el Área VII (Reina Sofía) con 11; el Área II (Cartagena) con cuatro y el Área IX (Cieza) con tres.

Para determinar en qué situación se encuentra la persona se utiliza el Índice de Masa Corporal (IMC), que es el que lo delimita según altura y peso. Tener más de 30 puntos de IMC supone que el paciente tiene obesidad y por encima de 40 se considera obesidad extrema o mórbida.

Desde Salud explican que los pacientes diagnosticados de obesidad mórbida son valorados de forma multidisciplinar por distintos profesionales y siguen unos circuitos definidos en las áreas de salud mediante la implementación de unos protocolos concretos.

Una vez que los pacientes han sido valorados por el servicio de Endocrinología, la valoración, seguimiento y tratamiento se realiza en los Comités de Obesidad. Se trata de grupos mutidisciplinares formados por miembros de servicios como Endocrinología, Cirugía General y Psiquiatría relacionados con la obesidad y que establecen periódicamente unas reuniones para coordinar todos los procesos.

Uno de los grupos de referencia en la Región de Murcia es la Unidad de Cirugía Bariátrica del Hospital Morales Meseguer, de la que forman parte los cirujanos Martín Lorenzo, Lirón Ruiz y Torralba Martínez, junto a la coordinadora quirúrgica, Joana Miguel. Estos especialistas destacan «la importancia del trabajo en equipo realizado por varios servicios del centro como son los endocrinos y nutricionistas, radiólogos, psiquiatras, endoscopistas, anestesistas e intensivistas que hacen que el paciente obeso mórbido llegue a la cirugía y sea dado de alta en las mejores condiciones de calidad asistencial».

Por esta unidad del Morales Meseguer pasan cada semana entre 15 y 18 pacientes con obesidad mórbida que han sido operados, que están en revisión o estudio, lo que supone más de 60 consultas cada mes, a los que se suman también otros enfermos de patología esófago-gástrica. En cuanto al perfil de los pacientes que suelen atender, la doctora Joana Martín explica que estas operaciones son más frecuentes en mujeres, aunque la edad suele ser muy variable y siempre menores de 70 años. «Cada vez es más frecuente la cirugía de obesidad en pacientes jóvenes. Hace años era raro operarlos, pero en la actualidad tenemos algunos entre 20 y 25 años», indica la cirujana.

La obesidad mórbida es un problema multifactorial en el que pueden intervenir cuestiones genéticas pero que suele estar muy ligado a una combinación de falta de ejercicio físico y movilidad, la oferta alimentaria y la dificultad económica que supone acceder a productos sanos frente a los precios competitivos de la comida basura, el estrés, y otros factores como los cambios del intestino o la confortabilidad térmica. El combo de factores, con especial énfasis en la falta de movilidad y la alimentación, se traduce en kilos y kilos de más que dan lugar a una figura cada vez más extendida: el obeso mórbido, un prototipo que está ligado a doce enfermedades como diabetes, hipertensión, artrosis, infertilidad, alteraciones del hígado, patologías vasculares o algunos tipos de cáncer, como el de útero en la mujer.

Un proceso largo en el que hay que ir paso a paso

El ciclo suele ser el mismo siempre, la persona intenta hacer dieta e incluir ejercicio cuando es consciente de su sobrepeso o el médico le advierte de los problemas que puede conllevar. Quienes no consiguen perder peso ven en la cirugía una buena opción. El paciente es seguido entonces por los especialistas, quienes le pondrán a dieta y si entonces no reduce su volumen será cuando sea visto por el psicólogo por si hay otro problema detrás. Entonces se decide si es apto o no para someterse a la operación.