La última oleada de pateras recibida en las últimas horas en la Región ha hecho que la cifra de inmigrantes llegados por mar supere la barrera de las mil personas en lo que va de año. Según datos oficiales de la Delegación del Gobierno, en estos primeros diez meses de 2018 se han recibido a un total de 1.104 inmigrantes a bordo de 97 pateras, la inmensa mayoría de origen argelino. De ellos, 997 son hombres, 37 mujeres y 70 menores de edad.

También hay que destacar que, según la apreciación de Capitanía Marítima, ha aumentado el nivel adquisitivo de las personas que cruzan el Mediterráneo. Además, en base al aspecto que presentan los integrantes de estas embarcaciones, las autoridades barajan la posibilidad de que éstos viajen en barcos nodriza hasta un punto del mar, donde hacen trasbordo en una de estas embarcaciones ligeras equipadas con un pequeño motor y bidones de combustible.

En cuanto a la última oleada de pateras, registrada en las costas de la Región, desde la madrugada del miércoles hasta el cierre de esta edición ayer, los inmigrantes interceptados se elevaron a 275, al detectar otras seis nuevas pateras este viernes por la mañana con 69 personas indocumentadas a bordo de seis pateras.

De estas embarcaciones, 62 eran hombres, 6 mujeres y una menor. No obstante, a estos datos aún falta por añadir el número de personas que llegaron a última hora de la noche a bordo de otras tres embarcaciones detectadas en alta mar, en las que se cifraba en más de 40 las personas a bordo de ellas, por lo que el número de inmigrantes supera las 300 personas en los últimos días. En cuanto al balance de la jornada del jueves, éste fue de 206 inmigrantes interceptados a bordo de 15 pateras, 183 varones, 10 mujeres y 13 menores. Entre ellos se encontraba una madre y su bebé, que llegaron a salvo al puerto de Cartagena.

Atendidas por Cruz Roja

Como es habitual, estas personas fueron atendidas por Cruz Roja a su llegada a la estación naval que se encuentra ubicada junto al barrio cartagenero de Santa Lucía. Allí fueron valoradas por personal médico y recibieron mantas y víveres antes de trasladar a los adultos a dependencias policiales.