Uno de cada cuatro puestos de trabajo que se crean en la Región podrían ser sustituidos por máquinas, lo que convierte a Murcia en la comunidad autónoma en la que la automatización supone un mayor riesgo para el empleo. Los puestos que ofrece el sector agroalimentario, en el que ya se ha producido una renovación tecnológica espectacular en las últimas décadas, la construcción o el transporte son las actividades más expuestas a la sustitución de trabajadores por los robots, según indica el profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Alejandro Hidalgo.

El experto, que es el autor de un libro titulado El empleo del futuro, deja claro que no hay motivos para prever una pérdida masiva de empleo y aclara que la automatización no significa que desaparezca totalmente la presencia de trabajadores. Como ejemplo, citaba el caso del transporte, en el que cada día se producen nuevos avances en la conducción autónoma de todo tipo de vehículos. «Que los camiones incorporen la conducción autónoma no significa que vayan a circular sin nadie», aclaraba.

Precisa que, según los estudios realizados por la OCDE, el 27% por ciento de los puestos de trabajo de la Región podrían pasar a ser realizados por máquinas. A su juicio, la probabilidad de que un robot sustituya a un trabajador será mayor en las actividades que exigen una menos cualificación.

Hidalgo precisó que Andalucía se sitúa muy cerca de Murcia, aunque dentro de esta comunidad existe una gran diferencia entre la puntuación de Almería, que está a escasa distancia de la Región, y Sevilla, la provincia andaluza mejor situada.

La especialización de Murcia y de Almería en el sector agroalimentario es una de las razones que explicarían las previsiones tan cercanas que el experto hace para ambas provincias. De hecho, el campo y la industria alimentaria han experimentado una auténtica revolución en las últimas décadas con el desarrollo de procesos tecnológicos que apenas si necesitan ya mano de obra, como el riego por ordenador. En unos años la tecnología ha permitido que las máquinas asuman tareas manuales que apenas habían cambiado en siglos, hasta que a finales del XX empezaron a mecanizarse.

No se trata, por tanto, de un fenómeno nuevo, aunque las previsiones de la OCDE para la introducción de los robots en la Región resultan poco alentadoras, si no se produce un cambio en el modelo educativo no solo capaz de mejorar la cualificación de los trabajadores, sino también su capacidad para adaptarse a los escenarios que vayan produciéndose en el futuro.

No obstante, Alejandro Hidalgo destacó que «en las economías más dinámicas» al mismo tiempo que se va produciendo este relevo «surgen nuevos empleos. A medida que aumenta la renta y la gente puede tener más dinero, puede haber personas que se dediquen, por ejemplo, al desarrollo de aplicaciones informáticas».

Hidalgo calcula que este proceso de sustitución de los trabajadores de carne y hueso por la inteligencia artificial puede llegar a materializarse en «una o dos décadas».

Los estudios de la OCDE destacan las grandes diferencias que existen entre las comunidades autónomas españolas, al tiempo que tienen en cuenta que la creación de empleo se concentra especialmente en las comunidades mediterráneas. Murcia aparece entre las comunidades consideradas más dinámicas, junto con Valencia, Andalucía y Baleares, además de Canarias.

A su vez, la Región figura entre las autonomías en las que existe un mayor riesgo de automatización de los puestos de trabajo que se crean.

En contraposición, hay doce autonomías que registran un menor riesgo. En esta lista aparecen Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Madrid, Extremadura, Cataluña, Castilla y León y Castilla-La Mancha.

El informe precisa que estas dos últimas aparecen entre las menos expuestas al peligro de la automatización porque son comunidades en las que se pierden puestos de trabajo de este tipo.

La diferencia entre Murcia y Castilla-La Mancha, que tiene un 15% de puestos de trabajo en peligro de automatización, alcanza los 12 puntos.

La evolución de la EPA muestra claramente cómo la industria, que es considerada uno de los sectores con puestos de trabajo más cualificados y de mejor calidad, ha ido ganando peso en la economía regional, hasta alcanzar el 19% del PIB, según los últimos datos facilitados por la Comunidad.

Sin embargo, el empleo aportado por la industria representa apenas el 13,7%, cuando en 2015 suponía el 15%.

También el sector servicios está experimentando una tranformación radical con la introducción de los chatbots, los robots que son capaces de interactuar con su interlocutor y de atender las demandas precisas que le plantean.

Al igual que ocurre en la industria, la gran ventaja que ofrecen este tipo de máquinas frente a los empleados es que pueden trabajar las 24 horas al día durante los siete días de la semana, evitando la rotación de los trabajadores para cubrir todo el horario.