¿Alquilar o comprar? Es la gran pregunta que se hacen los clientes cuando quieren acceder a una nueva vivienda. En un mercado español que tradicionalmente siempre apostaba por la compra, la crisis económica ha transformado notablemente el sector, y provoca que hoy en día la gente se lo piense más antes de adquirir un nuevo inmueble. Por ello, desde BBVA Valora, la solución está en hacer una proyección de los gastos que supondría el pago del alquiler o de la hipoteca en un tiempo determinado, para, de ese modo, teniendo en cuenta los ingresos de la persona o la familia en cuestión, calcular la opción más adecuada.

«Cometemos el error de calcular solo cuánto es la cuota de la hipoteca y la del alquilar. Hay que hacer una proyección en un espacio-temporal. Nosotros le marcamos al cliente cuatro espacios temporales y hacemos la comparativa entre ambas», apunta la Product Manager de BBVA Valora. Según su modelo, hacen una proyección más exhaustiva y recomiendan al cliente que alquile siempre que consigan una cuota por debajo del precio que se pueden permitir.

Es indudable, reconocen los ponentes, que la estabilidad laboral es uno de los principales factores que inducen a la compra de un inmueble. Sin embargo, en un mercado de trabajo tan precario, después de la crisis económica es difícil que la gente joven tenga una previsión de futuro que les invite a comprar una vivienda. Lo más probable es que tengan que cambiar de puesto de trabajo, o de localidad en un plazo relativamente corto de tiempo, y por ello apuestan por el alquiler.

En cualquier caso, señalan que el porcentaje de los ingresos de una persona que se invierte en la vivienda no debe superar el 30%, porque, de lo contrario, repercutiría seriamente en sus condiciones de vida y le obligaría a llevar un día a día más precario, «no solo para la compra, sino también para el alquiler», como apuntan desde BBVA. «Estamos ayudando a tener una cierta salud financiera con aplicaciones como BBVA Bconomy y, en el caso de que tengan la hipoteca con nosotros, podemos alertarles de que sus gastos en vivienda superan el ratio necesario», dijo de la Cruz. Todos los asistentes coincidieron en que, hoy en día, la inmensa mayoría de personas confían en las indicaciones de las entidades bancarias y de los grupos inmobiliarios a la hora de decidir. «Los bancos ahora son muy rigurosos en la concesión de los préstamos, y sin el préstamo no hay venta de vivienda», apuntan desde la Inmobiliaria Abad. Una de los aspectos que ha cambiado en el entorno de la información, son esos «sustos», como apunta de la Cruz, que se llevan los propietarios, posteriormente a la firma de la hipoteca. Los expertos coinciden en que es necesario que, al solicitar un préstamo para pagar una vivienda, los clientes pueda abonar como mínimo un 20% del importe total.

No es ningún secreto que los precios de los arrendamientos se han disparado en los últimos meses, sobre todo en el centro de las ciudades, y Murcia no escapa a esa tendencia. Juan Tomás López, del Grupo Inmobiliario Abad, apunta que «los precios del alquiler son muy elevados en el centro de Murcia», y que hay cierta incertidumbre por la evolución que han tomado. La demanda es tan superior a la oferta que, prácticamente, los pisos no duran nada en venta, porque se alquilan en un tiempo récord.

En cuanto al precio de la vivienda, destacan que ha tocado fondo durante la crisis, después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, pero señalan que en algunas zonas de Murcia comienzan a subir considerablemente, sobre todo en el centro y en el norte. No tanto en otros puntos más alejados o en pequeñas localidades, donde el precio del suelo sigue en niveles mínimos a pesar de que haya pasado una década del estallido de la crisis.

Según los datos que apunta Yolanda de la Cruz, el precio medio de las búsquedas de una casa en Murcia está en 158.000, y el de los pisos en 138.000 euros. La aplicación BBVA Valora ha sido más utilizada en los entornos más urbanos de la Región de Murcia, sobre todo en las grandes ciudades como Murcia o Cartagena, pero también en otras localidades como San Javier y Torre Pacheco.