Más de 37.600 pacientes murcianos acuden cada mes a su farmacia a retirar el fármaco Adiro, un antiagregante plaquetario que se utiliza para evitar la fomación de trombos en aquellos enfermos cardíacos o neurológicos que han sufrido infartos de miocardio o cerebrales con el fin de evitar que vuelvan a repetirse. Sin embargo, las farmacias murcianas vienen arrastrando un importante problema de desabastecimiento de este medicamento de Bayer que se ha agravado en las últimas semanas, un problema que tiene en vilo a los pacientes de la Región de Murcia y del resto de España.

En agosto las farmacias murcianas dispensaron 37.663 envases de Adiro frente a los 15.526 que se vendieron en el mes de septiembre debido al desabastecimiento, lo que obligó a sustituir en más de la mitad de los casos por otras marcas comerciales y genéricos.

El doctor Domingo Pascual, jefe de sección del servicio de Cardiología del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, ha dado la voz de alarma al comprobar que algunos usuarios estaban teniendo problemas para adquirir el fármaco. «Un nuevo caso que pone en riesgo la salud de los pacientes y de manifiesto un problema creciente, al que debería prestarse atención desde las autoridades sanitarias», asegura el especialista del hospital de El Palmar.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de la Región de Murcia reconocen esta grave situación y aseguran que se trata de «un problema muy serio que nos tiene preocupados». Por ello el Consejo General de Farmacéuticos ha creado una plataforma para avisar y denunciar este tipo de casos de desabastecimiento con el fin de llevarlos a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y al Ministerio de Sanidad. «La suerte que tenemos es que para este fármaco hay otros sustitutos, pero en algunos casos hemos tenido que correr mucho», afirman desde las boticas.

Un ejemplo del peso que tiene el Adiro en el día a día de los pacientes cardíacos lo muestra el último informe de la consultora QuintilesIMS en el que este fármaco aparecía como el medicamento más vendido de España en 2016 (18,5 millones de unidades dispensadas), seguido de Nolotil y Enantyum. El Adiro se ha convertido en un referente en la prevención secundaria tras episodios como un infarto de miocardio o angina de pecho, un accidente cerebrovascular (ictus) transitorio o permanente y tras una intervención quirúrgica.

La vocal de Oficina de Farmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia, Juana Morales, explica a LA OPINIÓN que el desabastecimiento que están sufriendo está fuera de lo común y reconoce que en muchos casos cuesta trabajo convencer a los pacientes de tomar un medicamento con otro nombre, «hay muchos pacientes reacios, lo que hace que sólo logremos convencer a ocho de cada diez». Morales señala que es distinto enfrentarse a esta situación con fármacos que tienen sustituto a hacerlo con otros en los que no lo hay.

Entre los medicamentos que no tienen sustituto están, por ejemplo Adalat Oros (para la tensión), Ceciliana (anticonceptivo) o Spiriva Respimat (para pacientes asmáticos), ejemplos en los que el usuario tiene que volver a su médico para que lo cambie por otro. Mientras que entre los fármacos que sí tienen sustituto destacan Adiro (antiagregante plaquetario), Trankimazin (utilizado como relajante para la ansiedad) y el Dalsy (ibuprofeno para niños). Pese a ello, los farmacéuticos piden que se tomen medidas y se ataje el problema.