El cohousing tiene grandes beneficios para las personas con edad y para todo el entorno. Así lo asegura la decana del Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia, María José Catalán, quien indica que los efectos positivos redundan «no sólo en la posibilidad de aumentar la esperanza de vida», sino también «en la satisfacción con la que se viven todos esos años».

La psicóloga señala que el cohousing aumenta la autoestima y el bienestar emocional a través de una serie de elementos, «como son la potenciación de la autonomía, el fomento de las relaciones interpersonales, la autogestión, la realización de actividades y el compromiso con la comunidad», entre otros. A su juicio, «el propio sujeto es el autor de su vida».

El hecho de que estas personas mayores convivan en una misma comunidad ayuda a reducir los problemas derivados de la soledad. «Estar en un entorno con una rica red de apoyo social tiene un impacto significativo en su salud, bienestar psicológico y comportamientos cotidianos. Contar con un entorno social que sabemos nos cuida, nos valora y en el que nos sentimos protegidos contribuye a un ajuste positivo y a crear capacidades que nos ayudan a resolver los problemas diarios», asegura la decana de los psicólogos.

A su vez, María José Catalán considera que para la sociedad «supone también un enorme beneficio al poder seguir contando con estas personas mayores activas e inmersas de manera autónoma y colaborativa en la sociedad».

El cohousing -añade- «permite crear una comunidad de personas que cooperan entre sí, y donde, conservando su independencia, permiten ejercer el liderazgo de la persona en el desarrollo de sus capacidades en un área concreta, lo que reporta gratificación personal al sentirse útil e integrado en la comunidad».