El presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, anunció ayer que la Comunidad va a incorporar a partir de enero siete mamógrafos de última generación en los Hospitales Virgen de la Arrixaca y Morales Meseguer en Murcia, Santa María del Rosell de Cartagena, Rafael Méndez de Lorca, Lorenzo Guirao de Cieza, Comarcal del Noroeste de Caravaca de la Cruz y Virgen del Castillo Yecla.

La incorporación de nuevos aparatos se debe a la colaboración de la Fundación Amancio Ortega y va a suponer un coste de casi dos millones de euros. Se trata de mamógrafos de última generación que «mejoran muchísimo la resolución y dan una tasa mucho menor de radiación a la paciente, lo que también constituye uno de los objetivos que la Consejería de Salud se ha marcado», apuntó el presidente.

López Miras hizo estas declaraciones en una rueda de prensa tras reunirse en el Palacio de San Esteban con el presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en la Región de Murcia, Manuel Molina Boix, con motivo del Día Internacional contra el Cáncer de Mama.

López Miras recordó que el cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres y, aproximadamente, una de cada ocho lo sufrirán a lo largo de su vida. En la Región de Murcia se hicieron unas 20.000 consultas en 2017 y se detectaron 750 cánceres de mama.

«Afortunadamente, y gracias a la investigación de los excelentes profesionales que tenemos, la tasa de supervivencia ya está en torno al 90 por ciento», según López Miras, quien atribuyó también estos buenos resultados al trabajo de la AECC.

«Junto con ellos, lo mejor que se puede hacer para combatir esta enfermedad es la prevención», advirtió. «Cuanto antes se detecte el cáncer de mama y cuanto más se invierta en prevención, más probabilidades habrá de ganar la batalla», indicó Miras.

Las pruebas

En la Región de Murcia se hacen en torno a 50.000 mamografías al año, y la Comunidad tiene establecida su gratuidad para las mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 69 años.

López Miras alabó a las «mujeres que son valientes, que son luchadoras y que están haciendo frente al cáncer de mama, y que cada vez más están ganado esta batalla». E indicó que «necesitan el apoyo y el reconocimiento de toda la sociedad, no solo de los políticos y de las administraciones».

El presidente de la Comunidad puso en valor «su lucha y el ejemplo de vida que nos dan», al tiempo que puso a su disposición «todos los recursos necesarios para la cura y la prevención de esta enfermedad».

Más supervivencia

El presidente de la AECC en Murcia, Manue lMolina Boix, por su parte, reconoció que este Día Internacional es «muy significativo» para una buena parte de la población, tanto mujeres enfermas como hombres, que suponen un 1 por ciento del total de personas que padecen cáncer de mama.

Molina recordó que en la década de los años 80 del siglo XX, la supervivencia a esta enfermedad era del 70 por ciento y, actualmente, se sitúa en el 90 por ciento «gracias a la prevención del cribado mamográfico y al tratamiento de última generación, que es el que se aplica en los hospitales de la Región».

El presidente de la AECC consideró fundamental «concienciar a la población para que adquiera hábitos de vida saludables en el ámbito preventivo».

La Asociación tiene encomendada la realización de mamografías diagnósticas en su sede en Murcia y con equipos móviles.

En 2017, citó a cerca de 70.000 mujeres gracias a la colaboración con la Consejería de Salud para hacerse el cribado de cáncer de mama, y acudieron cerca de 50.000. Molina instó a las mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 70 años de edad a acudir a hacerse la prueba, porque «es fácil, barata, cómoda y da mucho rendimiento».

El diagnóstico precoz de la enfermedad es «fundamental» porque es en fase temprana cuando mejor respuesta tiene «el diagnóstico fiable y el tratamiento, que se hace muy bien en las unidades de mama de la sanidad regional».

La AECC también contribuye a la hora de dar apoyo psicológico a las pacientes, así como de brindar ayuda a aquellas personas que padecen algún tipo de problema económico o laboral como, por ejemplo, problemas para acudir al trabajo o a revisiones médicas.