Nada nuevo bajo el sol. Las declaraciones del presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, tras su encuentro con el jefe del ejecutivo español Pedro Sánchez, el lunes en Moncloa, provocaron ayer el enésimo cruce de declaraciones enfrentadas entre las formaciones políticas regionales. El PP, acusando al PSOE de agachar la cabeza por no declararse en contra del recorte o «suavización» del Trasvase del Tajo al Segura a cambio de duplicar el agua desalada, y Ciudadanos criticando a ambos por la falta de coherencia de sus discursos políticos.

El delegado del Gobierno en la Región, Diego Conesa, afirmó que el compromiso del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, de duplicar la capacidad de desaladoras en el año 2021 «nos ayudará para garantía y seguridad de suministro» de agua en la Región.

Conesa recordó que la Región ha estado 11 meses «sin agua del trasvase», y defendió que la «principal preocupación» del Gobierno de España es que «esa situación no vuelva a ocurrir».

«Se ha marcado un tiempo de aquí a 2021 para garantizar ese suministro que no hemos tenido de aquí a atrás», señaló.

Desde las filas del Partido Popular, su portavoz regional, Nuria Fuentes, acusó a Diego Conesa, de ser «cómplice de Pedro Sánchez para poner fin al Trasvase Tajo-Segura». Y añadió que «no está en disposición de reclamar soluciones hídricas para la Región de Murcia a Sánchez, y solo puede agachar la cabeza intentando justificar lo que es del todo injustificable, porque está preso de las mentiras de un presidente sin proyecto».

Desde Madrid, a donde acudió para la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, el presidente murciano Fernando López Miras destacó que la propuesta socialista de cambiar el agua del trasvase por la de las plantas desaladoras está basada «en el analfabetismo hídrico» de quienes lo dicen.

«Estas declaraciones provocan una duda permanente y muestran una voluntad de cerrar el Trasvase Tajo-Segura», añadió, puntualizando que también suponen «que no tienen ni idea de lo que es la agricultura y lo que supone regar con agua desalada».

El presidente murciano, por último, pidió a Pedro Sánchez que fuera «responsable» y abra un debate a nivel nacional con todos los presidentes autonómicos.

El portavoz de Ciudadanos, Miguel Sánchez, lamentó que el agua no sea una cuestión de Estado para PP y PSOE, y sea, sin embargo, «un asunto electoralista»; de ahí, subrayó, «la falta de coherencia» en sus discursos «dependiendo del territorio o la conveniencia».

A juicio del portavoz de la formación naranja en la Región de Murcia, «el PSOE demuestra una vez más que no tiene un discurso único del agua, el presidente Sánchez va contándole a sus varones dependiendo de cada comunidad autónoma, lo que quieren oír» y al igual que el PP, que en esta materia se dan la mano, ha criticado, «no consideran el agua un asunto de Estado».

La organización profesional agraria Asaja Murcia señaló de forma contundente que defenderán el trasvase Tajo-Segura «con uñas y dientes», tras las declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page sobre el acueducto.

Para su secretario general, Alfonso Gálvez Caravaca, «el Trasvase Tajo-Segura es vida para nuestra Región y, por ello, lo defenderemos con todas nuestras fuerzas pues es intocable».

Además, subrayó también que «independientemente de las declaraciones políticas, no vamos a consentir ni permitir que nadie juegue con este trasvase, y más que se cuestione su futuro, y se amenace con su cierre, pues es totalmente inadmisible».

«Basta ya de alarmismos y demagogia política», ha concluido Gálvez Caravaca.